Las mujeres asumen la mayor parte de las tareas de cuidado de personas, lo que determina que dediquen más tiempo a tareas no remuneradas, limitándose las posibilidades de insertarse laboralmente o desarrollar otras actividades. En el caso de que no puedan delegar el cuidado de familiares a otras personas, su inserción laboral es precaria, en empleos con baja carga horaria, lo cual reduce sus ingresos. A su vez, se frena el desarrollo económico y social del país en tanto hay un desaprovechamiento de recursos humanos disponibles. Ésas son las principales conclusiones de la consultoría realizada por la economista Soledad Salvador para el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y que se presentará hoy en el salón de actos del organismo.

En Uruguay una porción importante de mujeres, básicamente de menores recursos, están inactivas o tienen desventajas por la necesidad de conciliar sus responsabilidades familiares y el trabajo. Además, el país se encuentra rezagado en el panorama regional en la materia. Por un lado, la extensión de las licencias por maternidad y paternidad está por debajo de los países mejor posicionados en la región, mientras que los beneficios de maternidad y paternidad los reciben sólo los asalariados que contribuyen a la seguridad social. Además, hay diferencias significativas en todas las prestaciones entre el sector público y el privado: las trabajadoras del sector privado tienen una semana menos de licencia por maternidad, así como el beneficio para la lactancia es de sólo una hora al día, mientras que en el sector público es de media jornada laboral.

En junio de 2010, el MTSS presentó al Poder Ejecutivo un anteproyecto para dar cobertura en la maternidad a las mujeres que aportan a la seguridad social pero no son asalariadas, ampliar la licencia por maternidad del sector privado y permitir una reducción del horario de trabajo a la mitad durante el período de lactancia, así como brindar una licencia por paternidad más amplia a cargo del Banco de Previsión Social (BPS). En el Diálogo por el Empleo durante 2011, se recomendó garantizar licencia de al menos 14 semanas para todas las trabajadoras y extenderla en caso de nacimientos múltiples y adopción. Además se propuso la creación de licencias por paternidad, remuneradas y de “duración adecuada”, licencia familiar remunerada (o reducción o flexibilidad horaria) por motivos de responsabilidades familiares, medio horario para lactancia durante seis meses luego del reintegro de la madre y a cargo de la seguridad social.

¿Cómo la ven?

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) considera que la discusión “no es tanto un tema económico, sino de concebir que las licencias pueden contribuir con el empleo y no ser un factor de discriminación”, por lo que existe conformidad en términos generales con las medidas propuestas. El desacuerdo se presenta con la extensión del beneficio de lactancia y la reducción de la jornada laboral a medio horario como disponen las funcionarias públicas. En el proyecto se propone extender este beneficio a seis meses luego de la licencia por maternidad y el MEF propuso cinco.

El ministerio propone además brindar algún beneficio a los empresarios que otorgarán este tipo de licencias parentales, como deducciones fiscales. Por su parte, el Instituto Nacional de las Mujeres está de acuerdo con la incorporación de nuevos colectivos de mujeres (trabajadoras no dependientes y empresarias monotributistas) al subsidio por maternidad, pero no acuerdan en que la extensión de la licencia por maternidad se limite a 13 semanas.

Elvira Domínguez, representante de los empresarios en el BPS, entiende que la extensión de las licencias genera problemas en la organización del trabajo, sobre todo para las empresas más pequeñas. Dijo que si bien “hay que defender la función biológica de la mujer en la procreación, hay que evitar también los efectos negativos de una sobreprotección”. En términos generales, consideran que el proyecto es muy ambicioso y que carece de un estudio de “sustentabilidad y de externalidades”.

El trabajo destaca que hay acuerdos entre los actores sociales en la ampliación de la licencia por maternidad para las mujeres que son cuentapropistas o microempresarias, así como en la extensión de la licencia vigente por maternidad. Sin embargo, el sector empresarial no acuerda en la extensión de la licencia por paternidad ni el período de lactancia o de licencia parental. La preocupación reside en las dificultades para cubrir los puestos de quienes estén de licencia, principalmente en las empresas de menor tamaño. Respecto de la licencia por paternidad, el documento señala que “hay una gran desconfianza en que efectivamente se utilice para el cuidado de sus niños”.