Tabaré Aguerre, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, considera que la nuestra es “una de las economías más agropecuarias del planeta”. Sin embargo, opina que “somos un país pequeño y no sólo tenemos que fortalecer el comercio sino los beneficios” de éste, entre los que la prioritaria promoción de exportaciones que ejecuta el gobierno constituye una estrategia “de posicionamiento”, principalmente por certificaciones de calidad. Así, se mostró orgulloso al anunciar ayer que se avanzó un paso en las gestiones para ingresar al mercado citrícola estadounidense.

Para Aguerre las naranjas uruguayas presentan un “delicado equilibrio” entre la dulzura y la acidez, y destacó la importancia del sector citrícola, que representa más de la mitad de las exportaciones frutícolas y cuyas plantaciones se extienden a lo largo de 16.000 hectáreas y sirven como fuente de empleo a más de 15.000 familias. Explicó que el desarrollo de este sector se basa en cuatro ejes “estratégicos”: la inserción internacional, el desarrollo de la competencia “por el lado de la productividad”, el desarrollo científico, tecnológico y la obtención de las certificaciones y la sustentabilidad social, ya que “es la forma de vender el trabajo de los uruguayos”.

La embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, presente en la conferencia, explicó el mecanismo de apertura del mercado. Dijo que se “levantaron” los requerimientos fitosanitarios y anunció que el Departamento de Agricultura de ese país permitió la importación de citrus desde Uruguay. A partir de ayer, comenzó a regir un período “de revisión pública” que durará 60 días, en el cual los “interesados” de ambos países (productores, importadores, asociaciones de consumidores y supermercados, entre otros) podrán objetar la apertura de este mercado, siempre que sea “con fundamento”. Reynoso dijo que esto es “parte de la normativa del país” y que se cumple en todos los casos en los cuales su país intenta “abrir la puerta”. Cumplido este plazo, el Departamento de Agricultura estudiará las objeciones que fueran realizadas y decidirá si habilita el tránsito de mercadería.

Para la embajadora, este paso ya constituye un “gran logro” en la relación bilateral, ya que “después de muchos años de diálogo” se ha logrado en el marco de una relación de “amplia y excelente cooperación”. Asimismo, manifestó el “gran interés” que tiene su país en “reforzar la relación” bilateral.

Según Aguerre, “probablemente sea un buen negocio para ambas partes”, porque nuestra producción se da “en contraposición” a la estadounidense, por lo que se ingresaría cuando no hay competencia local. La apertura de este mercado abre la posibilidad de que Uruguay “capte inversiones” que permitan “aumentar la superficie de las plantaciones de cítricos” y “seguir mejorando tecnológicamente nuestra producción”. Asimismo, opinó que ésta es una oportunidad para que los empresarios “construyan” negocios, para “potenciar las acciones” tanto desde el sector público como del privado, aunque recalcó que “sin importar la empresa de la cual provengan, cada naranja exportada contará con una distinción de marca país”.

El ministro agregó que las empresas privadas uruguayas son “demasiado pequeñas” para el volumen estadounidense, por lo que es “importante” que la conquista del mercado sea “gradual”. La estrategia de inserción internacional es un plan en el cual “debemos jugar juntos” y “debería transformarse en una política de Estado”.

Por su parte, Luis Almagro, ministro de Relaciones Exteriores, agregó que la “madurez empresarial”, la búsqueda de tecnología y trabajar en la “contrastación” con el hemisferio norte resultan prioritarias en el avance del “estatus sanitario” del país, algo que hoy es “de prioridad nacional”.

Atrás de la proa

Aguerre destacó que dos misiones saldrán del país para promocionar exportaciones agropecuarias. Se concurrirá a Fruit Logistics, la feria más importante de Europa, y a Prodexpo, una feria alimenticia en Moscú, en la cual se presentarán productos cárnicos, frutícolas, lácteos, arroz, citrus, esturiones y aceite de oliva. Para el ministro: “Uruguay es un país pequeño que tiene que hacer un uso eficiente de los recursos”. “Tenemos un rubro estrella que es la carne, pero detrás de esa proa buscamos desarrollar las frutas, los lácteos y la oliva”, explicó.