El ministro de Industria, Roberto Kreimerman, aseguró ayer que las obras para la construcción de la planta regasificadora comenzarán a mitad de año. En declaraciones a la Secretaría de Comunicación de Presidencia de la República, el ministro destacó que “es una obra de las más importantes porque implica, además de la regasificación, la construcción de una escollera y conexión con gasoductos”.

El gobierno realizó en agosto un llamado internacional a empresas interesadas en la construcción y operación de dicha terminal, que culminó en octubre con la presentación de 12. Al día de hoy son cuatro las que culminaron el proceso entregando proyectos económicos y de diseño para realizar las obras de la nueva planta. El 31 de marzo vence el plazo para definir la firma adjudicataria.

La planta, que se ubicará a dos kilómetros de la costa de Puntas de Sayago, en Montevideo, es la piedra angular del cambio en la matriz energética, ya que permitirá generar electricidad cuando haya necesidad de recurrir a la generación térmica por sequías, proveer de energía a las industrias y suministrar gas natural por cañería a los hogares, además de utilizarse en el futuro en el transporte. La obra implicará, además de la planta, la construcción de escolleras de protección, muelles y amarres para los barcos de gas metano, almacenaje flotante y regasificación y sistemas de transferencias para la operación y mantenimiento durante 15 años.

Kreimerman sostuvo que la instalación de la planta “sostiene el resto de las energías y disminuye sus costos a largo plazo” y agregó que “el gas natural es un combustible limpio porque emite relativamente una baja cantidad de gases de efecto invernadero”.

Varios negocios

La regasificadora evita tener que ampliar la planta refinadora de La Teja -dada la demanda creciente que está enfrentando ANCAP- y permitirá además reducir la demanda de gas de UTE a Argentina para que funcione la proyectada planta de ciclo combinado de Punta del Tigre. El gas licuado ocupa 600 veces menos volumen que en estado gaseoso. La planta regasificadora va a recibir el gas licuado de diferentes países proveedores a partir de buques de transporte, lo regasificará y enviará mediante un gasoducto a tierra firme en forma de gas natural.

La evolución tecnológica en la extracción del gas ha hecho que su precio sea más bajo que el del petróleo y las previsiones de expertos indican que esa tendencia se mantendría en el largo plazo.

Los planes de incorporar el gas a la matriz energética tienen más de 20 años en Uruguay. Sin embargo, el gas proveniente de Argentina acumuló una serie de incumplimientos de contratos debido a la falta de inversiones en la vecina orilla. Esto mismo determina que parte de la producción que generará la regasificadora pueda venderse a Argentina, en particular para atender el consumo del Gran Buenos Aires durante el invierno.

Otra empresa interesada en la construcción de la planta es AFE. Su presidente indicó en declaraciones a Radio Uruguay que “es una gran oportunidad para el ferrocarril, pero aún son retos”. AFE espera poder transportar la piedra necesaria para la construcción de la regasificadora desde las canteras de extracción. Destacó que es un negocio que plantea “altas exigencias” al ente e indicó que por sí solo “va a transformar la demanda de esta mercancía en Uruguay” ya que “durante el plazo de la construcción de la regasificadora se multiplicará por 2,5 veces la demanda normal [de piedra]”.

Se estima que la planta estará en funcionamiento a comienzos de 2015 y tendrá una producción de diez millones de metros cúbicos diarios.