Desde agosto de 2012 a enero de 2013 equipos multidisciplinarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) visitaron más de 65.000 hogares en todo el país con el objetivo de evaluar las condiciones de vulnerabilidad en las que estas familias se encuentran. Bajo ciertos criterios preestablecidos de abordaje estandarizados, el entrevistador aplica un cuestionario al jefe de hogar. De esta aproximación surgen los datos necesarios para lograr obtener lo que se conoce como Índice de Carencias Críticas (ICC).

Este año, según comentó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, habrá variantes en la valoración de algunos datos que determinarán las altas, bajas y modificaciones en las transferencias mediante la tarjeta Uruguay Social. Si bien se informó que la construcción del índice es de carácter “reservado”, consultado el ministro, dijo a la diaria: “El ICC es un aproximador de los ingresos de la gente. Es un índice que toma en cuenta factores de calidad de vida que tienen que ver con las posibilidades de ingresos de las personas. En la medida en que hubo programas de transferencia monetaria, de acceso a saneamiento, la situación de los hogares de pobreza extrema se fueron modificando. Las carencias críticas no eran necesariamente las mismas, si comparamos con lo que sucedía en 2006. Por eso, para esta etapa se tomaron los datos de la Encuesta Continua de Hogares 2011 del Instituto Nacional de Estadística y se vieron las características de esos hogares. Existió la necesidad de reconstrucción”, concluyó Olesker. Algunos de estos cambios se relacionan con la cantidad de hijos por hogar que se relevaron en los sectores más vulnerables de la población, así como aspectos de las viviendas precarias, que en muchos casos se construyen de materiales de desecho.

Este relevamiento permitió adecuar los servicios que otorga la tarjeta Uruguay Social en 29.062 hogares relevados hasta el momento. De ese total, 16.832 familias aumentarán la cantidad de dinero que perciben y 12.230 disminuirán su prestación. Entre los que verán aumentado el monto disponible se encuentran los hogares que no percibían esta prestación antes o aquellos donde se aumentará al doble lo percibido hasta el momento, situación que varía de acuerdo a la cantidad de hijos.

El monto de dinero que se acredita en la tarjeta depende de la composición del núcleo familiar, para lo que se establecieron cuatro franjas: un hijo menor de 18 años (corresponde a 626 pesos), dos (949 pesos), tres (1.207 pesos) y cuatro o más menores (1.682 pesos). Desde el año pasado comenzó a implementarse una modalidad dirigida a hogares sin menores, por la cual se le acredita el monto mínimo. Aquellas familias que tienen la tarjeta acceden a la compra de comestibles y productos de limpieza en los 650 comercios adheridos. El sistema prevé sanciones por el mal uso, entre los que se encuentra la comercialización de productos prohibidos, como tabaco, bebidas alcohólicas y refrescos.

Según informó el Mides, existen mecanismos de control a comercios que, en contados casos -no más de 15-, han sido sancionados por retener plásticos a la espera de la acreditación del dinero, cobro de sobreprecios o prohibición de compra ciertos días de la semana. Cuando esto es denunciado por los usuarios, el Mides acciona el protocolo y notifica al dueño del comercio para que revierta la situación. En casos extremos se suspende la habilitación del comerciante para operar con las tarjetas por un período de tres meses.

El total de transferencias realizadas en 2011 alcanzó la cifra de 1.035 millones de pesos, mientras que, según aclaró Olesker, para 2012 se solicitó un refuerzo presupuestal y la cifra disponible ascendió a 1.200 millones. Todos los cambios anunciados se harán efectivos a partir de marzo.

Resultados y desafíos

La estrategia de campo del Mides arrojó, además, otros resultados a los que el ministro llamó “indirectos”. “Actualizar la información facilita conocer el estado de situación de un sector de la población en cuanto a su nivel educativo, estabilidad laboral, situación habitacional, lo que permite reenfocar la política hacia otros programas de los que dispone el Estado”, explicó Olesker. Reunida esta cantidad de nuevos datos, el Mides comenzó un proceso de derivaciones a los programas considerados prioritarios por el gobierno.

Tal es el caso de Uruguay Crece Contigo, Jóvenes en Red y Cercanías. Asimismo, el ministro comentó que para este año su cartera se planteó otros desafíos, como mejorar las transferencias monetarias, reformular aspectos de la inserción laboral de las personas que pasan por los programas. “En particular se trabaja para que las cooperativas sociales que involucran a 5.000 personas empiecen a diversificarse en producción de bienes, ya que al momento lo hacen exclusivamente en el área de servicios”, dijo el ministro. Anunció también la creación de una marca social del Mides que identifique los productos que son elaborados por cooperativas de trabajo y comentó que se desarrollará la reglamentación de la Ley 18.651, en el otorgamiento del asistente para la discapacidad. En este sentido, comentó que junto con el Banco de Previsión Social se hace un relevamiento de información sobre las personas con discapacidad severa y en situación de dependencia para identificar cuáles son aquellas personas que recibirán asistencia.