El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó la puesta en marcha de recortes de gasto público por 85.000 millones de dólares para lo que resta de 2013. La medida, a la que se llegó tras el fracaso de las negociaciones entre republicanos y demócratas, ocasionará la pérdida de unos 750.000 empleos en el país, según dijo el primer mandatario, y afectará la recuperación de su principal socio comercial, Europa. Los recortes alcanzarán a 2,4% del presupuesto federal y son el fruto del pacto acordado por el Congreso en agosto de 2011 para elevar el techo de la deuda, a cambio de un plan para la reducción del déficit a largo plazo. Sin embargo, Obama tuvo que ceder a hacerlo mediante un recorte de gastos y no elevando impuestos a los mayores ingresos personales, que es lo que pretendían los demócratas.

Tras la infructuosa reunión del viernes con los líderes del Congreso, el mandatario emitió la orden a la que legalmente estaba obligado. Calificó los recortes presupuestarios como “estúpidos” y “arbitrarios” y señaló que costarán empleos y dañarán la incipiente economía del país. Agregó que los recortes provocarán un “dolor real” y, aunque se estima que no se producirán de forma súbita, los analistas creen que generará la pérdida de al menos 750.000 empleos. “En ausencia de una decisión del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner [republicano], y otros para anteponer los intereses de las familias de clase media a los imperativos políticos, estos recortes entrarán en vigor”, dijo Obama, quien expresó además: “Todo esto va a tener un efecto dominó en la economía”.

Si bien la decisión de recortar el gasto no tiene marcha atrás, la situación puede ser distinta dependiendo de la composición de esos recortes. En principio, y según anunció la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, el abultado gasto militar será el más afectado, con una reducción que se estima que pueda ser de 13% en el año. Según fuentes de la Casa Blanca manejadas por la agencia Efe, Obama prevé seguir presionando al Congreso para buscar alternativas a los recortes automáticos.

Así no es

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió el jueves que los recortes podrían desacelerar el crecimiento del país en al menos medio punto porcentual en 2013, lo que tendría impacto, además, sobre la economía global, en particular en los países europeos por medio del canal comercial. Según el vocero del FMI, William Murray, “habrá un impacto en el crecimiento mundial”, y advirtió que “los países más afectados serán aquellos que tienen lazos comerciales más profundos con Estados Unidos”.

Por su parte, la calificadora Standard and Poor’s, que en 2011 redujo la calificación de la deuda estadounidense por primera vez en la historia, consideró que los recortes tendrán efectos en la economía del país, “dependiendo de que no se prolonguen en el tiempo”.

Si bien las empresas privadas no son objeto de los recortes, están preocupadas por su efecto sobre la economía en general. “Las personas que toman decisiones basadas en las proyecciones de hacia dónde va la macroeconomía en los próximos seis meses a un año, ya están empezando a construir sobre el supuesto de que la economía no irá bien”, dijo a BBC Robert Pollin, director del Instituto de Investigación de Economía Política de la Universidad de Massachusetts.

Sin embargo, la bolsa de valores estadounidense no registró la perspectiva de los recortes con una baja en la cotización de las principales acciones. El promedio industrial Dow Jones creció 0,25% y el índice de acciones de empresas tecnológicas Nasdaq finalizó la jornada del viernes con ganancias de 0,30%.

Asimismo, varios países de América Latina, en particular México y varias naciones centroamericanas van a ver recortadas las remesas que llegan desde Estados Unidos y que significan en muchos casos un rubro importante de ingreso de capitales en la balanza de pagos.

En las últimas semanas diferentes dependencias del gobierno federal advirtieron sobre las consecuencias de los recortes, que afectan las funciones de regulación y otras áreas del presupuesto, como el transporte, la educación y las inspecciones sanitarias.