La DGI divulgó ayer los resultados de la recaudación impositiva de 2012. Ésta continuó creciendo por encima del nivel de actividad económica, tal cual viene sucediendo en los últimos años. En términos reales, la recaudación creció a una tasa de 4,1%, dos décimas por encima de lo que lo hizo el Producto Interno Bruto (PIB). Dentro de la recaudación destacó la proveniente del sector privado, que creció a una tasa mayor al promedio: 5,7%.

Por otra parte, el costo de recaudar creció a una tasa “muy inferior” a la que lo hizo la propia recaudación, aunque superior al crecimiento del PIB. Dentro de la recaudación de impuestos en 2012 sobresalió la que se origina en las rentas, que creció 5,9%, lo que según Ferreri se explica tanto por un “mejor desempeño de las empresas, como de las personas físicas”. Le siguió en crecimiento la recaudación por impuestos al consumo, que creció 3,8%, y en último lugar se ubica el crecimiento de los impuestos sobre la propiedad, que aumentaron 2,9%.

A comienzos de cada año la DGI establece un “compromiso de gestión con el Ministerio de Economía y Finanzas cuando se fijan ciertos niveles de cumplimiento de metas”, destacó Ferreri. En 2012, el nivel de cumplimiento de las metas de recaudación y eficiencia alcanzaron 99,97% y 98,09%, respectivamente. Ferreri enfatizó la tendencia decreciente de las tasas de evasión impositiva. Mientras que en 2002 alcanzaba 40,1%, en 2005 ya se había reducido hasta 30,15%, en 2009 fue de 17,2% y finalmente 2012 cerró con una evasión de 13,4%, lo que significa un “mínimo histórico desde que hay registro en el Uruguay, y además la tasa más baja en América Latina por tercer año consecutivo”, valoró Ferreri.

También indicó que el costo de recaudación, que “dio un salto importante” en 2005 cuando se impulsó la reforma tributaria, en tanto se exigió exclusividad a los funcionarios del organismo y por ende un aumento de sus remuneraciones, ha ido volviendo a cauces considerados normales. En 2012 el costo de la recaudación fue 0,98%, lo que significa que “cada 100 pesos que recauda la DGI, se gasta menos de uno en hacerlo”, explicó.

Datos frescos

Los datos más recientes, correspondientes al primer cuatrimestre de 2013 (con respecto a igual período de 2012) demuestran que se produjo una desaceleración en la recaudación de los impuestos sobre el consumo, del orden de 1,1%. Medido en términos reales, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), específicamente, tuvo un crecimiento nulo respecto de lo recaudado en los primeros cuatro meses de 2012.

Por el contrario, la renta tuvo un “excelente” rendimiento recaudatorio, explicó Ferreri, quien además destacó el crecimiento del Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales (IRAE) que fue 35,3% superior al primer cuatrimestre de 2012. El Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) aumentó su recaudación en 16,6% y el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) lo hizo en 2,3%.

En definitiva, la recaudación bruta total en los primeros cuatro meses del año aumentó 3,8% respecto de 2012, y la devolución de impuestos, una décima porcentual, por lo que la recaudación neta ascendió 4%.

Dale, largala

Además de la presentación de cifras, Ferreri anunció en conferencia de prensa que la DGI solicitará a las 10.000 empresas “más importantes de Uruguay” la información relativa a las compras que realizan a proveedores y sobre el nivel de ventas que tienen. A las empresas que “representan apróximadamente 85% de la recaudación total” se les solicitará información acerca de 90% de sus ventas y de las compras que realicen, en la que se discrimine a quienes las realizan y el número de RUT identificatorio en cada caso. “Esto está dentro de nuestra política de control y de fiscalización”, afirmó el director de rentas, quien además destacó que encuentra fundamentación en la construcción de una base de datos “potente”, a partir de la cual el organismo recaudador podrá “verificar y cruzar” información con respecto a las ventas y compras de las empresas involucradas, “contrastarla con las declaraciones juradas” presentadas y detectar sub declaraciones de ventas y, por ende, de IVA y de IRAE.

Hasta ahora, se hacía pasar por este procedimiento únicamente a los “grandes contribuyentes”, rubro que abarca “algo más de 250 empresas”. “Nuestra idea es extender el requisito, en forma paulatina, entre los meses de julio y setiembre, a estas 10.000 empresas”, adelantó Ferreri. “A partir de allí, tendrán que declarar mes a mes, como anexo en la declaración jurada correspondiente”, agregó.

De no proceder con las declaraciones, las empresas serán sancionadas “tal como si no presentaran la declaración jurada mensual de impuestos” e incluso se podrá “inhibirlos de actuar y operar de forma permanente, además de las sanciones económicas que marca la ley”, concluyó, terminante.