Ayer, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) entregó al Parlamento un informe de 300 páginas, que analiza la situación social y económica del país en el marco de la Rendición de Cuentas. El jerarca de la cartera, Fernando Lorenzo, hizo una síntesis del documento en conferencia de prensa en la que valoró que lo más importante es conocer el “marco macroeconómico” sobre el que se basa el proyecto que está a estudio del Parlamento. La economía uruguaya creció en 2012 a una tasa de 3,9%, y para este año y los próximos dos, desde el MEF proyectan un ritmo de 4% para el Producto Interno Bruto (PIB). La expectativa se fundamenta en un “cambio de senda estructural”, caracterizado por una reducción de la brecha de los ingresos per cápita de Uruguay y de los del mundo desarrollado.

El escenario macroeconómico de mediano plazo considerado por el MEF es el de una inflación que cerrará en 7,9% en 2013, será de 6,4% en 2014, y de 5,3% en 2015.

Lorenzo indicó que la estrategia fiscal que se planteó el gobierno en 2010 fue alcanzar para el final del período un nivel de deuda bruta 20% menor que cuando comenzó, que era de 40% del PIB. Pero según Lorenzo, es el nivel neto de la deuda el indicador que muestra “la solidez fiscal”. Desde 2005 a la fecha, la deuda neta se ha mantenido constante. El desvío más importante con el que ha luchado el gobierno es el “inimaginable aumento” de la liquidez (actualmente de 10% por encima de lo planificado), que ha mantenido a la deuda bruta en niveles “aún altos”. “Pero esto se da, a su vez, porque tenemos mucho más activos”, recordó Lorenzo.

El déficit fiscal que se proyecta para este año (de 2,1% del PIB) “superará la Rendición de Cuentas del año pasado”, anunció el ministro, como consecuencia de la combinación de cinco factores: una moderación en el crecimiento y medidas de mejora de la eficiencia recaudatoria; un menor costo energético y una ganancia derivada de la cancelación de la deuda que tenía UTE con Petróleos de Venezuela, compensada por un menor ajuste de tarifas; un aumento en el ritmo de ejecución presupuestal; un aumento del número de pasividades -por encima de lo esperado- y un crecimiento sustancial en los costos financieros producto de mantener los altos niveles de liquidez con los que cuenta la economía actualmente. Las proyecciones del MEF indican que en 2014 el déficit fiscal será de 2,4% del PIB y en 2015, de 2%.

Pero para Lorenzo este resultado consolidado no es el que hay que mirar para entrever la estabilidad fiscal, sino lo que explicó como “resultado fiscal estructural”. El MEF prevé que esta variable, que excluye las partidas de ingresos y egresos extraordinarios, ajustada por el ciclo económico y corregida por la variación de stocks, sea de 2,7% del PIB en 2013, de 2,5% en 2014 y de 2% en 2015.

Un tema de prioridades

Lorenzo indicó que el mensaje enviado al Legislativo implica partidas presupuestales suplementarias de 1.375 millones de dólares en relación al período de base de 2010 y dijo que esas partidas están “claramente sesgadas hacia las áreas prioritarias”. Asimismo, explicó que la “prioridad principal” fue la educación, y mencionó que la tercera parte de esos fondos adicionales se destinaron a la Administración Nacional de Educación Pública y a la Universidad de la República. En orden le siguen el Ministerio del Interior, los Servicios de Salud del Estado, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Ministerio de Defensa.

Con respecto al presupuesto para la educación, Lorenzo recordó que en 2005 la meta del gobierno se había establecido en asegurar 4,5% del PIB, y dijo que “se ha cumplido” y que incluso, “en los últimos dos años, y probablemente en éste, alcanzó el 4,7%”. Esta partida presupuestal por encima del compromiso representa “más de 100 millones de dólares”, agregó.

“La línea argumental que he tratado de transmitirles es que el ancla fiscal y financiera más adecuada en las actuales circunstancias es el indicador de deuda neta, y ese indicador tiene la trayectoria comprometida originalmente”, sentenció. “La situación es sólida y prudente, ratificando su compromiso”, concluyó, y como hombre de izquierda dijo que “hay que ir por más”.