Entrevistado por Folha de San Pablo, Guido Mantega consideró que un dólar alto “no es bueno para nadie” y dijo que el aumento del valor de la moneda estadounidense en Brasil se produce porque el mercado financiero “está bien regulado y es seguro, […] lo que no acontece en otros países”. Al consultársele sobre la idea que circula entre algunos ministros de que un dólar alto ayuda a la industria, indicó que no la compartía. Y agregó: “El dólar alto no es bueno para nadie”.

Sostuvo que el alza reciente de la divisa en Brasil genera volatilidad y que eso hace que los empresarios retarden sus operaciones. “Los mismos que ganan con un dólar más alto, los exportadores, frenan [la inversión] para ver hasta dónde va el dólar. Confunde a todo el mundo”, dijo, y agregó que como ministro de Hacienda su tarea es preocuparse por generar un escenario estable. Indicó que si bien a largo plazo “para los exportadores el dólar más caro es favorable, en el corto no”. Dijo que además de frenar las inversiones, el elevado precio del dólar puede generar presiones inflacionarias. No obstante, consideró que esa influencia del dólar caro en los precios “hasta ahora es muy poca”. Pidió a los empresarios que “no pasen a precios” el tipo de cambio elevado y dijo que esta recomendación “vale también para Petrobras”. “No tiene sentido dar aumentos en razón del aumento del dólar [...] porque son aumentos extemporáneos”, afirmó.

Consultado sobre las razones por las que el real es una de las monedas que más están sufriendo la desvalorización, Mantega indicó que se debía a que Brasil tiene un mercado “más líquido” y agregó que en su país no hay problemas de flujo de dólares. “Tan es así, que no hay presiones en el mercado de cambios a la vista”, dijo, pero admitió que existen especuladores que aprovechan la desvalorización del real “para ganar en el mercado futuro” y lo atribuyó a que “nuestro mercado está bien regulado y es seguro […] lo que no acontece en otros países”. Recordó a los especuladores que “pueden ganar o perder porque nuestro [tipo de] cambio es fluctuante”, pero les advirtió: “Si usted apuesta demasiado en una misma dirección, puede romperse la cara”.

Indicó que un buen desempeño fiscal ayuda a mantener la “confianza en la economía” y auguró una caída de la deuda líquida brasileña. Mantega, que pocas semanas atrás revisó a la baja el crecimiento de la economía para 2013, situándolo en 2,5%, indicó que el crecimiento en 2014 y 2015 será de 4%, y de 4,5% en 2016. Cuando se le preguntó si no temía ser tachado de “optimista” respondió que no, aseguró que “la economía mundial está dando señales de una ligera mejoría” y sentenció: “La perspectiva es mejorar, incluso porque es difícil empeorar”.