Juventud con Voz es una red que promueve la participación juvenil en América Latina. En la web (www.juventudconvoz.org) comentan, comparten, opinan y marcan temas relevantes que los preocupan y ocupan. Varios de sus integrantes parten hoy de Montevideo a sus ciudades con la acumulación de una vivencia que no olvidarán. Algunos, tal como advirtieron, llevan yerba en sus valijas. “Para los que no saben qué es el mate”, dijeron.

La cita marcada es en la sede de la Conferencia, en el segundo piso del Radisson en Montevideo. Llegan en dos tandas. Primero, algunos que tomaron un taxi porque se les había pasado la hora del encuentro. Traían en sus manos una foto impresa.“Para identificarte”, dijo Leonardo Guzmán, bogotano de 29 años, integrante de Incorruptibles, una ONG de Colombia. También llegó Linda Criollo, de 23 años, que integra la misma organización, y Nicol Garrido, cientista política de 24 años, asesora parlamentaria de la Cámara de Diputados de Chile.

Tienen en común que pertenecen a Juventud con Voz, una iniciativa que impulsa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y, al mismo tiempo, participaron el lunes en el Foro Regional Agenda de Desarrollo e Inversión Social en Juventud, que coordinó la Organización Iberoamericana de Juventud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Ministerio de Desarrollo Social; y de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe que se desarrolló en Uruguay hasta ayer. Tienen en común un objetivo: la creación de una Agenda de Desarrollo y Participación Juvenil de cara a un proceso que se cerrará en noviembre en México, previo a la cumbre de presidentes que se realizará en octubre en Panamá. Para esto ya organizaron un foro virtual en la web en el que reciben comentarios de jóvenes de toda la región.

Ahí van

Sentados alrededor de una mesa, los siete jóvenes comenzaron a hablar respetando el turno y sin “pisarse”. Autodeclarado y proclamado “el más callado” del grupo, Igor dos Santos, carioca de 30 años, casi no encontró momento para comentar. Si embargo, dijo tímidamente que se disculpaba porque al hablar iba a mezclar palabras en portugués. Los demás dispararon y el primer tema fue “la corrupción”.

“Nosotros planteamos el tema porque la mayoría de los países de América Latina no ejerce las políticas públicas porque hay intereses privados de los funcionarios, entonces es una de las primeras cosas que se ven en Colombia. Porque los recursos no son destinados como prioridad para garantizar los derechos de los jóvenes. Además, la corrupción no es un tema político o electoral sino cultural. Parte de una tradición de educar en prácticas de corrupción, como por ejemplo el hecho de no participar, de no permitir decidir, no respetar los derechos del otro. Creo que es la base de la no garantía de derechos”, dijo Criollo.

“Es un tema transversal. Lo extendemos más allá de la asignación de los recursos públicos que es la visión general que hay para la corrupción. Lo asociamos con lo público. Un ejemplo que manejamos siempre es que si estamos en un barrio, la luz es un servicio público y tenés derecho a ese servicio. Si llegás y tenés un cable para darle luz a tu barrio, eso no es robar luz sino garantizar el derecho a que la comunidad tenga ese servicio. Esto rompe la visión de robo y lo ponemos en relación con lo colectivo y con los derechos de todos; la igualdad de derechos en libertad”, dijo Guzmán.

“Otro planteamiento es que hemos desarrollado la garantía de derechos en igualdad de condiciones. La corrupción es uno de los puntos que más violan esto [...] Hay muchas ONG que también plantean algunos aspectos y permiten y aceptan que se sigan violando los derechos humanos a un beneficio propio y económico. Desde ahí es que planteamos que la corrupción está permeando escenarios y es un monstruo silencioso que se va metiendo y crea muchos problemas sociales, económicos y políticos”, sostuvo Criollo.

Pero esto, agregó Guzmán, “tiene que ver con las acciones cotidianas que tienes con las personas de tu barrio, en tu casa. Porque desde ahí es que te preocupas por lo colectivo y no por el individualismo que está planteado en nuestra sociedad. Cada uno suele tirar para su lado y eso está en el actuar. Esto es hacer de lo propio ajeno y de lo ajeno propio”.

Consultados por la propuesta puntual que aborda este tema, Henderson Gualteros, director de Proyecto e Investigaciones de Incorruptibles, bogotano de 30 años, dijo: “La propuesta es tender a proponer que éste sea un delito de lesa humanidad para que nunca prescriba y no tenga blindaje en lo legislativo, judicial o ejecutivo. En Colombia sucede que los poderes se cuidan a sí mismos para que no se detecten casos de corrupción. Y quedan en impunidad, y la corrupción lleva más gastos que la violencia. No hay intervención del Estado y resulta que un político se roba dinero público que podría beneficiar a la población. Queremos llevar esta propuesta para crear una red de anticorrupción en América Latina”.

Guzmán interrumpe para decir que lo que se concretó es poder dar cuenta de este tema dentro de la posición oficial de la juventud en la declaración final de la conferencia. Hizo referencia a lo que sucede en Reino Unido, donde los políticos rinden cuentas de los gastos de vacaciones, de los viajes que hacen. Sin embargo, dijo que en algunos países “los políticos elegidos mediante el sistema democrático representativo luego ocupan su lugar y se olvidan de aquellos que los votaron, de responder al pueblo que los votó”.

“Esto tiene que ver con la falta de transparencia”, acota Garrido. “Tiene que ver con la reforma del Estado 2.0. Tiene que incluir y visibilizar lo que se está gastando en políticas públicas. Hoy no sabemos cuánto significan los sueldos de algunos políticos, cuánto gastan de viáticos, que son impuestos de todos. No hay jóvenes en delegaciones oficiales. Estamos siendo invisibilizados los que queremos participar. La transparencia es necesaria. Se dice que los jóvenes no tienen confianza en los políticos ni en los partidos y sí van al movimiento estudiantil y social. Muchos movimientos sociales se crean por confianza, pero si no hay transparencia se aumentará la crisis social”, dijo.

Disculpándose por su “malo portuñol”, Clarananda Barreira, de 26 años, de Río Grande del Sur, representante de la juventud del Partido de los Trabajadores de Brasil, dijo: “La importancia de profundizar la democracia brindará la posibilidad de generar nuevas propuestas en las que participe la juventud y esto trae nuevos métodos, nuevas formas de relacionarse y conseguir las cosas. Internet es un punto crucial, por ejemplo. En Brasil pasó que se movilizó mucha gente mediante la herramienta de internet”.

Abriendo juego

Además, los jóvenes participaron en el Foro Regional de Juventud para la creación de la Agenda de Desarrollo e Inversión Social. Durante la charla surgieron diversos temas en los cuales todos se encontraron de acuerdo. Uno de ellos fue que desean dejar de ser parte de la logística de los eventos y comenzar a estar en los lugares donde se toman las decisiones. Muchas veces son “la cara bonita, la felicidad y el folclore” en la política tradicional, pero no los que deciden.

Otro tema fue el de los medios de comunicación. La plataforma web que desarrollaron pretende dar las noticias y tratar los temas que “interesan a los jóvenes”.

“Retomando esta desafección política de los jóvenes, creo que lo ven como un espacio lejano y hermético. No pienso que no estén participando. Lo están haciendo pero desde otros espacios, de manera desarticulada. Depende de nosotros poder generar la confianza. La participación está asociada al exitismo y al personalismo, y nuestra participación tiene que estar más ligada a un Estado: yo quiero entender la política de Estado más allá del político de turno. Esto es un proceso que puede motivar si se abre el juego a un espacio de participación concreta. Nosotros creemos en la dinámica de foro”, dijo Gabriela Socías, de 24, que vino desde Córdoba, Argentina.

Además, los jóvenes también se ocuparon de otras temáticas, como el derecho a la educación integral, trabajo digno, salud integral, garantías de participación, erradicar la violencia, el derecho a migrar y la protección al medio ambiente y el desarrollo sostenible. Según los jóvenes consultados, falta camino por andar. Sin embargo, destacan que los primeros pasos hacia una agenda nueva comenzaron en el encuentro en Montevideo. El proceso continúa. El 10 de setiembre se realizará un encuentro en Perú; luego participarán en octubre en actividades en el marco de la Cumbre de Jefes de Estado de Panamá, y en noviembre se cerrará el ciclo en México. Mientras, siguen llegando comentarios y opiniones a la plataforma, que serán integrados en los documentos finales.