La agencia Standard & Poor’s rebajó el martes la calificación de la deuda de Argentina en un escalón, de B- a CCC+, ante los riesgos de que la Justicia de Estados Unidos fuerce al gobierno de Cristina Fernández a caer en cesación de pagos. Según destaca El País de Madrid, los analistas esperan que otra de las tres agencias que dominan el mercado de la medición de riesgos, Moody’s, le siga los pasos en los próximos días. Con la decisión de la calificadora, la deuda pública argentina pierde valor en las bolsas hasta ser considerada “un bono basura”. La rebaja de la nota de solvencia de Argentina, cuya deuda también cuenta con una perspectiva “negativa”, responde al fallo del Tribunal de Apelaciones de Nueva York contra Argentina. La sentencia ordenó el bloqueo de los pagos de la deuda reestructurada en los canjes de 2005 y 2010, que supone 93% de la que Argentina dejó de pagar en 2001, mientras no abone lo adeudado a 7% de los acreedores que rechazaron los trueques porque implicaban elevadas quitas.

Como el gobierno de Fernández se niega a pagar ese 7% a los acreedores, la mayoría de los cuales son fondos de los llamados “buitres” y hacen negocios oponiéndose a las reestructuraciones de deuda, la medida judicial implicaría una suspensión de pagos de los bonos regularizados con legislación en Nueva York. Una cláusula de la deuda reestructurada establece que si Argentina llega a un acuerdo para pagar a los acreedores que rechazaron los canjes una suma mayor que la que abona a los que los aceptaron, estos últimos tienen derecho a que se les trate de igual modo que a los primeros. Por eso, el gobierno de Fernández no quiere aceptar un fallo que agrandaría otra vez la deuda pública neta de Argentina, que bajó de 164,2% del Producto Interno Bruto en 2002 a 18,8% en 2012. Pero esa cláusula vence en diciembre de 2014.