Ayer, en Nueva York, el presidente José Mujica dijo por qué piensa que no debe adjudicar un canal al consorcio Giro, integrado por las cooperativas la diaria y Demos. Es bueno que lo haya dicho: ahora está más claro en qué se equivoca y es más fácil rectificar el error.
El presidente sostuvo que “hay propuestas muy buenas, pero muy débiles desde el punto de vista económico”, y que tiene “miedo” de que, si les da luz verde, entren en crisis y quieran trasladar sus costos al Estado, pidiéndole publicidad, seguros de paro y otros desembolsos. Es un criterio prudente, pero cuando puso como ejemplo de tales riesgos al proyecto de Giro se basó en información que no es correcta.
Mujica dijo que la base de Giro es la diaria, y que nuestra cooperativa pidió “hace un mes en el Fondes [Fondo de Desarrollo de la Economía Solidaria] un apoyo para sacar una revista, un apoyo de 400 mil dólares”. Tras lo cual argumentó: “si para sacar una revista precisabas un préstamo, no me pidas un canal ahora”. El problema es que nada de eso fue como dijo el presidente.
Nuestra cooperativa se presentó ante el Fondes hace más de un año, el 17 de octubre de 2012, para pedir un préstamo (no “un apoyo”) destinado a varios proyectos. Del monto solicitado, cerca de un millón de pesos (unos 45 mil dólares), estaba previsto para los gastos iniciales de la revista Lento. Los técnicos del Fondes evaluaron esa iniciativa, así como nuestra capacidad de pago, y a fines del año pasado le dieron el visto bueno. Sin embargo, el trámite de otorgamiento del préstamo se demoró mucho más de lo previsto, tuvimos que sacar la revista en abril por nuestra cuenta (quizá Mujica recuerde que el artículo más comentado del primer número fue una entrevista con él), y recién el mes que viene, cuando el número 7 de Lento ya esté impreso, podremos acceder al crédito.
Por lo tanto, no pedimos “un apoyo” para la revista “hace un mes” ni ese “apoyo” fue de 400 mil dólares, y además quedó demostrado que nuestra insolvencia no es tanta como algunos dicen, ya que nos las pudimos arreglar para que Lento saliera. Además, la revista tiene ventas muy superiores a las que habíamos previsto y buenos ingresos por publicidad, que permiten cubrir sin sobresaltos sus costos y la inversión inicial.
El presidente puede quedarse tranquilo: no vamos a pedir auxilio para Lento al Estado, como no lo hemos hecho en más de siete años para la diaria (y en lo que se refiere a la publicidad oficial, todos los estudios conocidos muestran con claridad que la recibida por nuestro periódico ha sido mucho menor que la de otras publicaciones a las que superamos con holgura en ventas).
Giro tampoco tiene vocación de vivir del Estado. No sabemos por qué algunas personas han afirmado en estos días que prevemos financiarnos básicamente con dinero prestado por el Fondes, ya que eso no surge del plan de negocios que presentamos, y el consorcio ya informó ayer que está en condiciones de darle garantías al Poder Ejecutivo acerca de los aportes de capital privado que pueden sustentar el desarrollo inicial del proyecto, hasta que cuente con ingresos propios suficientes.
Es difícil de entender por qué el presidente maneja datos equivocados acerca de un crédito evaluado por una institución creada por él, con técnicos que él designó y que trabaja en la propia Torre Ejecutiva. Pero parece indispensable que, para evaluar algo tan importante como la adjudicación por quince años de un canal de televisión, se apoye en información veraz que le permita sacar conclusiones acertadas. Reiteramos nuestra voluntad de colaborar en esta materia para que los malentendidos se aclaren.