En 2011 marcó su máximo histórico de Inversión Extranjera Directa (IED) al atraer un monto equivalente a 66.600 millones de dólares, pegando un salto de 37% respecto de los 48.500 millones registrados el año anterior. Desde entonces, se ha mantenido con un volumen líquido que supera los 60.000 millones, aunque viene en descenso.

Después de los 65.200 millones de 2012 y anticipando la publicación de las cifras oficiales del viernes, los analistas del país norteño esperan que el flujo de IED se mantenga estable en 2013 respecto de los años anteriores, en el entorno de los 63.000 millones de dólares. El valor acumulado entre enero y noviembre era de 57.500 millones y las proyecciones divulgadas por el Banco Central (BC) de Brasil apuntan a que serán 63.000 millones para el año completo. De confirmarse el dato, Brasil permanecería en la lista de los diez países con mayor flujo de IED del mundo, según el periódico madrileño El País. Hasta 1996 la IED en Brasil había alcanzado, como máximo, los 4.400 millones de dólares.

Para Luiz Lima, presidente de la Sociedad Brasileña de Estudios de Empresas Transnacionales y Globalización Económica (Sobeet), el país cerrará el año de inversiones extranjeras en 63.500 millones de dólares. “No se trata de ser pesimista respecto de Brasil, pero sí de tener un menor optimismo”, dice Lima, quien cree que existe un escenario menos favorable, pero no es exclusivo de su país, sino que se debe a un flujo global menos denso de inversiones directas.

Otro especialista consultado por el matutino, el economista jefe de la consultora Gradual Investimentos, André Perfeito, es un poco más optimista. Cree que las últimas acciones del gobierno -de subir la tasa de interés 0,50% hasta el 10,5% anual- “inspiran una mayor confianza, en un país que suele resolver sus problemas macroeconómicos”. “Pese a que Brasil tiene muchos problemas, la tendencia es a mejorar”, afirmó. Si bien el incremento de la tasa de interés es mayor que el que se espera para la inflación del año pasado, Brasil se muestra más atractivo que otros países emergentes.

De calidad

La IED se caracteriza por estar destinada a la creación, fusión o compra de unidades productivas nacionales, pero también por operaciones internas entre las casas matrices y sus sucursales. En este sentido, Lima considera que el alza reciente de la IED está fuertemente vinculada al crecimiento de los “préstamos intercompañías”, que estimó en 34% -casi 20.000 millones- de los 57.500 millones de dólares de IED que se registraron entre enero y noviembre de 2013. En 2012, estos préstamos habían alcanzado el 19% del total de la IED. El problema, según el presidente de Sobeet, es que estos préstamos “no se traducen necesariamente en una nueva planta o en un nuevo proyecto. Son valores que estaban allá fuera”, lo que indica que la inversión que viene “no es voluntaria, es inducida”.

Menos tránsito

El impulso del sector automotor en Brasil se contrapone al de Argentina, que vio caer su producción industrial en noviembre 3,2% con relación a octubre, debido, esencialmente, al descenso de las exportaciones automotrices a Brasil, que ese mes retrocedieron 24,6%. Según consignó la agencia de noticias Ansa basada en el informe mensual de la Unión Industrial Argentina (UIA), la producción de noviembre fue, además, 1,8% menor a la de igual mes de 2012. Sin embargo, la entidad rescató que durante los primeros 11 meses de 2013 la producción industrial registró un acumulado de 1,5%.

La UIA señaló que la actividad “continuó mostrando heterogeneidades en su evolución” durante noviembre.

Una de las acciones que ha llevado a cabo el gobierno de Dilma Rousseff, con el objetivo de mejorar la calidad de las inversiones, fue el programa estratégico Inovar-Auto, gestado como una política de largo plazo para atraer inversiones para el sector, en innovación, ingeniería de vehículos y manufactura. El programa otorga beneficios fiscales -de hasta 30 puntos porcentuales- sobre el Impuesto a Productos Industrializados para los vehículos fabricados y comercializados en el país, pero, además, obliga a las empresas a comprometerse a una serie de metas, en ventas y generación de empleo, para el cuatrienio 2013-2017. Esta iniciativa provocó la llegada de nuevos emprendimientos: desde entonces y hasta 2016, nueve fábricas -entre ellas BMW, Jaguar Land Rover y Jac Motors- anunciaron inversiones que suman, en conjunto, 3.000 millones de dólares. En contrapartida, fue objeto de críticas de la Unión Europea, que en diciembre formalizó sus denuncias contra este régimen ante la Organización Mundial del Comercio.

Otro sector que continúa captando inversiones es el del petróleo y el gas, principalmente para aquellos que pretenden ser proveedores de Petrobras, aunque la petrolera estatal da preferencia a las industrias locales. Las cifras preliminares difundidas por el BC indican que las operaciones de extracción de petróleo y gas natural estuvieron entre los principales destinos de la IED hasta noviembre de 2013.