Con el objetivo de mantener el acuerdo de precios, el gobierno argentino anunció que habilitará la importación de alimentos. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró ayer en conferencia de prensa en la Casa Rosada que la importación de productos busca garantizar el abastecimiento e impedir subas en los “precios cuidados” de la canasta de 100 productos lanzada esta semana.

El funcionario explicó que la resolución fue tomada tras evaluar el “comportamiento de determinados tipos de bienes, principalmente los de carácter estacional”, y citó el caso del tomate, que por esas circunstancias verá reducida su oferta en los próximos días, con su efecto correspondiente sobre el precio del producto. Capitanich mencionó que para garantizar que el kilo siga pagándose a 10,50 pesos argentinos, “la presidenta instruyó a [el ministro de Economía, Axel] Kicillof para que, por medio del Mercado Central, propicie la importación de tomates de Brasil para garantizar el abastecimiento y el precio; si es posible con precios inferiores a los de mercado, mejor”. Agregó que lo mismo se hará “con todos aquellos bienes que experimenten variación estacional de precios, pudiendo afectar los precios acordados”.

Amor japonés

En lo que puede leerse como una advertencia para productores y distribuidores que intenten especular con la falta de stock para lograr incrementos en precios, Capitanich agregó que “se va a recurrir, inclusive, a la importación de determinados productos para garantizar el abastecimiento”.

Capitanich también ratificó que la intención oficial es que el acuerdo de precios se extienda a partir de mediados de enero a todo el territorio, incluyendo los supermercados “chinos”. En este sentido, explicó que se observaron algunos inconvenientes en la logística de distribución de los productos, lo cual genera costos más elevados y como consecuencia dificultades para mantener los precios acordados.

La nueva canasta de productos con precios acordados fue anunciada el viernes 3 y comenzó a regir el domingo en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. El acuerdo abarca 100 tipos de productos y 194 precios. En los primeros meses del acuerdo, los participantes serán diez cadenas de supermercados de alcance nacional y 65 empresas proveedoras. De todas formas, durante enero, el gobierno de Cristina Fernández intentará acordar con otros distribuidores mayoristas, cadenas de supermercados regionales y otras asociaciones de supermercados, como los de origen asiático, entre otros, teniendo en cuenta sus particularidades.

No estoy solo

En una entrevista con Página 12 publicada el lunes, el secretario de Comercio, Augusto Costa, defendió la canasta de precios y consideró que los “formadores de precios buscan apropiarse de algo que no les toca”. “El objetivo con esta canasta es atacar un problema que se deriva de la estructura de mercado oligopólica, que tiene que ver con la pérdida de referencia de los consumidores sobre precios relativos y de determinados productos de consumo diario”, comentó el funcionario. Costa destacó que existe una “dispersión de precios”, que atribuyó a “la capacidad para fijar condiciones de mercado por parte de los actores concentrados”. “¿Cuánto salen los bienes? Depende de dónde los compre. Hubo abusos, se perdió referencia en precios clave”, analizó el economista, que reemplazó a Guillermo Moreno en la secretaría de Comercio. “El consumidor también tendrá que moverse”, dijo Costa cuando fue consultado sobre el grado de eficacia que tendrá la medida. “Esta política exige un conocimiento profundo por parte de cada argentino de la canasta de referencia, y eso no se conseguirá en forma pasiva. El consumidor también tendrá que moverse, informarse, conocer. La gente va a tener que empezar a cuidar los precios junto al gobierno”, dijo.