En 2013 la desocupación promedio alcanzó a 6,6% de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que marca un leve aumento de cinco décimas respecto de 2012. Si se observa el dato de cierre del año, la proporción de personas activas que no encontraron trabajo fue de 6,1%, también por encima del 5,5% con que había cerrado la deso-
cupación en diciembre de 2012. La caída de cuatro décimas en el desempleo de diciembre respecto del mes anterior se produjo como consecuencia de un mayor aumento en la creación de empleos -medida por la Tasa de Empleo- que en la demanda de puestos de trabajo. Las cifras de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) indican que mientras que la tasa de empleo de mayores de 25 años cerró 2013 en 4%, el desempleo específico de los menores de 25 años fue de 19,8%. En particular, el desempleo en las mujeres jóvenes llegó a 23,9%.

Además de los datos sobre desempleo abierto, las cifras publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que provienen de la ECH, muestran que además de que el desempleo se mantuvo en niveles reducidos, se consolidó un proceso de formalización de los trabajadores. Este proceso determinó que 72,5% de los trabajadores ocupados no tuvo, durante 2013, ningún tipo de restricción en su ocupación, cifra que mejora el 71% registrado durante 2012. Otros datos que hablan de la calidad del empleo indican que para el promedio del año, los trabajadores subempleados -aquellos que trabajan menos de 40 horas semanales pero desean trabajar más y se encuentran disponibles para hacerlo- fueron 2,4% de la PEA. Específicamente, las personas no registradas en la seguridad social (en negro) fueron 20,9% de la PEA, y el porcentaje de personas que buscan empleo y se encuentran en la doble condición de ser subempleadas y de no estar registradas en la seguridad social fue de 4,4% del total, por debajo del registro de 2012, de 4,7%.

A cubierto

De acuerdo al documento de trabajo del Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, “El mercado laboral uruguayo en la última década”, el porcentaje de trabajadores sin protección social se ha venido reduciendo desde 2001. Según la investigación, la proporción de trabajadores sin protección social pasó de 36% en 2001 a 30,6% en 2010. Desde ese momento, de acuerdo a cifras del INE, la categoría de trabajadores no registrados cayó aun más, y se situó, como se dijo, en 20,9% en el promedio de 2013. La caída en el número de personas no cubiertas por la seguridad social se aceleró a partir de 2005, en coincidencia con dos hechos: por un lado, la aceleración del crecimiento económico; po otro, un control más fuerte a las empresas por parte de organismos como el Banco de Previsión Social y la Dirección General Impositiva. Según el trabajo del Iecon, “la reducción del no registro a partir de allí podría ser un indicador de la efectividad de las políticas implementadas, acompañadas por un fuerte crecimiento económico”. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que, dado que estos trabajadores no se encuentran reconocidos ni protegidos “en los marcos jurídicos y reglamentarios, se sitúan en un alto nivel de vulnerabilidad”. Así, aportar o no aportar a la seguridad social determina también una baja ubicación de estos trabajadores en la escala de ingresos personales.

Mientras tanto, los subempleados no registrados han tenido una reducción bastante menor, de acuerdo a las cifras del INE: pasaron de 4,8% para el promedio de 2011 a 4,7% en 2012, para terminar en 4,4% en 2013. Los subempleados registrados en seguridad social prácticamente no se redujeron en los últimos años. En 2010 fueron 2,5% de la PEA y se mantuvieron en 2,4% entre 2011 y 2013.