Cuando The Pixies irrumpió en el mundo del rock independiente a fines de los años 80, generó una conmoción pocas veces vista causada por una banda desconocida. De pronto, todo el mundo intentaba reproducir los piques de la banda y esperaba ansioso sus próximos discos para saber en qué dirección arrancaba esta vez. Pero la banda se disolvió en 1993, después de cuatro discos perfectos, justo cuando parecía que iba a recoger el fruto de su siembra, mientras sus distintivas dinámicas de fuerte-tranquilo-fuerte se convertían en hits mundiales gracias a admiradores más afortunados, como Nirvana (“Smells Like Teen Spirit”) o Radiohead (“Creep”). Reformada en 2004, The Pixies visitó el Teatro de Verano en 2010, para ofrecer lo que esencialmente era una recopilación en vivo de sus antiguos casi éxitos. Ahora regresa este martes en el marco del festival Rock N’ Fall, pero en esta ocasión con una nueva bajista -la argentina-estadounidense Paz Lenchantín- y nuevos temas. Sobre estos Pixies rejuvenecidos y este regreso hablamos con su guitarrista, Joey Santiago.

-¿Cómo fue trabajar en la composición y grabación de canciones nuevas? Leí en una entrevista que sufrís las grabaciones en estudio.

-Eso fue siempre así. Nada ha cambiado. Me pongo nervioso porque muchas veces los demás no escucharon mis partes, y no sé si les van a gustar. Supongo que estar nervioso es parte de mi naturaleza. De todas formas, fue muy motivador trabajar en canciones nuevas después de diez años de la reunión de la banda.

-¿Por qué están sacando EP? ¿Pensás que el concepto de “disco” cambió con la distribución online?

-Sí, un poco ésa es la razón. Además, tenemos lanzamientos limitados y pensamos que estos EP podrían estar contenidos en un disco. Pienso que la forma en la que estamos sacando el material grabado está pensada para ser distinta. No tengo idea de si alguien lo está haciendo, ni me importa, pero el hecho de estar sacando EP también es indirectamente una forma de revivir los tiempos en que los músicos sacaban EP antes del álbum. Para nosotros, estar sacando material de a poquito tiene como objetivo ir viendo cómo están las aguas.

-¿Y cómo están las aguas?

-Tuvimos reseñas diversas, lo cual esperábamos. A mí me gusta el material, aunque sé que para algunos de los fans y de los críticos ya estábamos arruinados antes de componer y grabar. Ya existía en ellos el prejuicio de que lo nuevo no les iba a gustar porque “ellos no deberían dejar a un lado su legado ni apartarse de su senda y bla, bla, bla”. Supongo que, aunque no les guste ahora, ellos van a ir entendiendo por qué estamos haciendo las cosas de esta forma, por qué estamos sacando el material de a poco y por qué no estamos haciendo secuelas de nuestros discos viejos. Nos gustaría escuchar alguna reseña sobre el riesgo de tomar una dirección hacia lo desconocido en vez de estar reviviendo el pasado. Para nosotros es mucho más emocionante ir a lugares que no hemos ido, así que eso es lo que hicimos.

-¿Consideran que algunos de sus discos se han transformado en clásicos?

-Bueno, la parte sonora de algunos discos no tiene muchos trucos de consola, así que no hay señales de en qué años fueron grabados. La idea siempre fue registrar el sonido crudo de la banda. En esas grabaciones vos escuchás a cuatro personas, y eso lo hace muy accesible, ya que no hay demasiada información sonora para el escucha. Son discos fáciles de asimilar.

-¿Te considerás un músico minimalista?

-Sí, siempre fui del pensamiento de que menos es más. Así es como me gusta la arquitectura, el diseño de interiores: nada de confusión o desorden, y eso lo traduzco a la música.

-¿Cuál es tu canción nueva favorita?

-La que más me gusta tocar es “What Goes Boom”. Y “Magdalena” también, me gusta la reacción del público a la introducción de guitarra que parece un secuenciador.

-¿Sabías que Paz Lenchantín tocaba una canción que se llamaba igual con una de sus bandas anteriores?

-No, y es raro que nunca lo haya mencionado.

-Parece una muy buena opción para reemplazar a Kim Deal. ¿Cómo llegaron a ella?

-Vino recomendada. Llamé al baterista de su banda, Josh Freese, que es mi amigo, que toca con todo el mundo (Devo, The Vandals, Nine Inch Nails), y tocó con ella en A Perfect Circle. Y a él le pareció que era excelente para el puesto. Puede cantar bien, y la probamos. Le pregunté a Josh si conocía a alguna otra bajista que fuera recomendable, y me dijo que no.

-¿Por qué siempre tienen una mujer tocando el bajo?

-En este momento necesitamos ese elemento, porque tiene que haber una yuxtaposición entre los gritos de Charles y los coros dulces de una mujer. Es un lindo balance entre la dulzura y la rabia. Eso es lo que buscamos. De todas formas, no vamos a volver a tocar “Gigantic” nunca más; ésa sólo pertenece a Kim. Además, es uno de los temas favoritos de los fans, y generalmente es la última canción de la lista en los recitales. Me atrevería a decir que, de todos los Pixies, Kim Deal es la que más se hizo querer.

-Leí que ella los ayudó en la composición de las canciones nuevas después de que dejó la banda. ¿Cómo se dio esa colaboración?

-Ella tenía una sugerencia para “What Goes Boom”: que la banda hiciera un arreglo antes del solo de guitarra. Todos tenemos influencia en los arreglos, y está todo bien con sus ideas. Siempre fue así.

-¿Qué podés adelantarnos sobre el EP 3, que está a punto de salir?

-Obviamente tiene cuatro canciones. Hay una muy pop que se llama “Ring the Bell”; el resto va a ser muy variado.

-Cuando sacaron Surfer Rosa, el productor Steve Albini hizo algunos comentarios que transmitían cierta decepción sobre el posterior desarrollo de la banda, y después se retractó (Albini dijo que en sus mejores momentos The Pixies podían ser una buena banda para entretener a universitarios y que tenían una gran predisposición a ser guiados por su productor discográfico y su mánager). ¿Qué pensás sobre eso ahora?

-Honestamente, no me importa. Somos lo que somos, y no lo vamos a cambiar porque un nabo con el que trabajamos no está de acuerdo. A veces pienso que lo lanzamos a una gran carrera y después nos dio una cachetada. No sé si estaba buscando atención o si está tratando de ser cool. Yo no sé lo que le pasó después, porque la verdad es que nos divertimos trabajando juntos. En ese momento él estaba arrancando y a nosotros todos nos querían, y lo que hizo fue quemar un puente.

-¿Proyectan un nuevo disco para el futuro?

-Ahora te puedo decir que sí. Ya grabamos y compusimos juntos y estamos disfrutando del proceso. Viene Charles con una progresión de acordes y yo me pongo a trabajar sobre eso. Yo tengo que hacer un doble rol de guitarra rítmica y también los solos, y a partir de ahí hacerlo sonar a Pixies. Siempre va a sonar a mí, porque soy yo.

-¿Cómo desarrollaste tu estilo como músico?

-Es una línea muy fina entre aceptar lo que sos y abrazar tus limitaciones. Hay que aprender a vivir con eso y aceptarlo sin preocupaciones. Básicamente es como caminar. Funciona.