Por la izquierda

Aunque no hay forma de medirlo, la presentación de la lista 20142014, que apoya al nacionalista Jorge Larrañaga y tiene como principales figuras a Verónica Alonso y Pablo Iturralde, debe de haber sido el acto más ruidoso de toda la campaña política. A eso ayudaron no sólo el ambiente cerrado y la acústica del Platense Patín Club, sino también la numerosa y ruidosa convocatoria y los temas musicales, principalmente a ritmo de electrónica, que ambientaron la previa a los discursos. El clímax llegó cuando los parlantes pasaron “Gangnam Style” y un grupo de jóvenes comenzó a bailar al tiempo que movían al ritmo de la canción varios carteles que proponían a Alonso como senadora y a Gustavo Gavo Silveyra como diputado. Personas disfrazadas de pitufos con remeras que también promovían a Alonso a la cámara alta complementaban la escena, aunque todo ese ambiente no fue suficiente para contagiar a algunos dirigentes políticos como el líder de la Unión Cívica, Aldo Lamorte, quien permanecía sentado en un lugar destinado a los principales dirigentes, tranquilo e inmutable.

El acto del sábado dejó en claro que Alonso, que era casi una outsider en 2009, es ahora una de las personalidades políticas con mayor capacidad de convocatoria. Si bien el club no estaba lleno en su capacidad máxima, no faltaba un asiento sin ocupar, y la abrumadora mayoría se identificaba con listas de la actual diputada, que era presentada como “futura senadora”. “Eso va a depender de la confianza de la gente, de la cantidad de votos necesarios para ocupar el Senado, pero también tiene que ver con decisiones de Larrañaga y con la cuota política. Me siento con la fuerza y las ganas. En este caso uno va subiendo escalón por escalón. Ojalá la gente entienda que Verónica Alonso se merece ese espacio”, dijo la actual diputada respecto de esa posibilidad.

Gavo

La llegada de Larrañaga dio lugar al comienzo formal del acto. Antes de los discursos, en una pantalla gigante se expuso un video con testimonios de dirigentes de las agrupaciones más chicas que conforman la lista. El video sirvió como termómetro para medir la popularidad de cada uno. Por lejos, el que más barullo ocasionó fue Silveyra, uno de los varios candidatos a diputado que impulsa Alonso. Integrante de la Asociación Civil Beraca (que se dedica a la rehabilitación de adictos a las drogas) y pastor desde 2008 de la iglesia evangélica Misión Vida para las Naciones, este dirigente, que actualmente vive en un hogar de internación de adictos, dijo que decidió comenzar a militar en la política a raíz del proyecto que se proponía despenalizar el aborto y que finalmente fue vetado por el entonces presidente Tabaré Vázquez. “La agenda de derechos fue la que más nos motivó a acompañar la actividad social con la política, y ese proyecto fue determinante”. Según opinó, las leyes comprendidas en esta agenda (interrupción voluntaria del embarazo, matrimonio igualitario y regularización del mercado del canabbis) “no le hacen bien a la sociedad”, por lo que intentará “que vuelvan para atrás”. “Hay que fortalecer a la familia, que es la base y el fundamento de la sociedad. Es la formadora de valores por excelencia, y ante una crisis muy grande vemos una juventud cada vez más aislada y con menos ideas de qué hacer en el futuro, pero que tiene cada vez más libertades y no encuentra un rumbo. Muchos terminan en la calle o en la esquina, buscando referentes que en la casa no tienen, y luego se da este crecimiento de jóvenes que participan en rapiñas o son adictos a la pasta base”.

Arranca la cosa

No hubo muchas novedades en los discursos de los dirigentes. Comenzó hablando Iturralde, que destacó la presencia de los ex candidatos a presidente Alberto Zumarán y Juan Andrés Ramírez, y del ex diputado y referente del wilsonismo Óscar López Balestra. Iturralde sostuvo que el Partido Nacional (PN) hará buenas “políticas sociales, y no clientelismo barato para que la gente dependa de nosotros”, focalizándose en “la educación y el trabajo”. También criticó que el actual gobierno “privatizó” en los hechos servicios como la seguridad y la educación, dejando relegados a quienes no cuentan con recursos para poder acceder a estos servicios en el mercado.

Le siguió Alonso, que de los tres oradores fue quien entendió mejor qué tipo de discurso se requería para aquella ocasión, frente a un público mayormente humilde, familiar y barrial, que parecía alejado de la vida partidaria y sus referencias históricas. Alonso habló claro y sencillo: “Díganme si éste no es el inicio de una ola de esperanza arrolladora compartida”, exclamó. Enumeró cuatro palabras: “Amor, valores, familia y educación”, y agregó: “Conceptos y valores por los cuales me levanto convencida de que debemos luchar por ellos, porque están siendo jaqueados por este gobierno. Esto no es sólo una competencia electoral. Son valores y formas de ver la vida”. Finalmente, destacó que Larrañaga es el único candidato que dijo que iba a derogar la Ley de Regulación del Mercado del Cannabis y aseguró que un eventual futuro gobierno nacionalista “no va a sacar los planes sociales”, sino que los mantendrá, pero además les dará “dignidad”.

Finalizó la oratoria Larrañaga, quien aseguró que llevará adelante la “madre de las reformas”: “La de los valores y principios que se han ido destruyendo en la sociedad uruguaya”. “Si da lo mismo trabajar que no trabajar, si da lo mismo estudiar que no estudiar, si da lo mismo portarse bien que portarse mal, si da lo mismo una cosa que la otra, el camino sólo es un camino sin retorno, de relativismo moral que impacta en el tejido de la sociedad, que nos vulgariza, que nos hace aplicar criterios absurdos de justicia”, señaló.

Luego criticó al gobierno preguntándose “¿de qué igualdad se puede hablar?”, al afirmar que éste “ha generado el proceso más grande de concentración de la riqueza y de extranjerización de la tierra de toda la historia”. También criticó que el oficialismo hable de derechos humanos y no defienda “la vida ni la integridad personal”, algo que es “irreversible, porque la vida se pierde y las consecuencias dañosas del delito impactan tremendamente en el tejido social de los uruguayos”.

También reiteró su propuesta de crear una policía militarizada, asegurando que eso no es excluyente con la propuesta de profesionalizar a la Policía, idea de su principal contrincante, el precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou. “¿Quién se va a oponer a eso?”, graficó. Finalmente volvió a pedir mano dura contra la delincuencia y dijo que primero está la gente honesta. Tras señalar que el gobierno también hizo “cosas bien, otras más o menos y otras mal”, sostuvo: “Cuánto mejor hubiéramos estado de haberse aplicado las políticas correctas en lo económico y lo social”. “Doctor Vázquez, no vamos bien”, culminó.