-Por el formato de sus recitales, parece que quisieran evocar más el concepto de celebración que el de espectáculo. ¿Es así?
-Eso es relativo. Hemos hecho shows en teatros con el público sentado en butacas y ahí no se podía dar ese ambiente de baile y barullo, entonces nosotros optábamos por tocar temas más tranquilos y no tan arriba, o versiones más suaves de los otros temas. Gran parte de nuestro público también se copaba mucho con eso. Yo recuerdo que en los principios de la banda la cosa era más así como vos decías: llegábamos a una fiesta y preguntábamos “che, ¿podemos tocar?”, y si nos dejaban, tocábamos un par de temas y la gente estaba medio en pedo y nos tomábamos unas birras y después nos íbamos a otra fiesta. También hacíamos recitales en lugares para muy poca gente o mismo en el Cabo Polonio, donde tocábamos en Lo de María, que era un lugar muy tranquilo. Es cierto eso que decís en la recta final de los recitales, cuando la gente se suelta más, y nosotros también. Así que, por lo general, los recitales son como decís vos, pero también está esa otra cara, de presentaciones más tranquilas.
-Por el tipo de instrumentación acústica, también se genera una atmósfera de sencillez. ¿Cómo lo viven ustedes? Parecen una banda itinerante.
-Tal cual, empezó siendo así. También fue una cosa casual: estábamos ahí y eran los instrumentos que había. En toda esta cuestión de las peñas, siempre es lo que hay: guitarras criollas, un cajón peruano. Además, como empezamos a grabar así el primer disco, nos quedamos con esa formación. También nos copaba poder transportar los instrumentos sin tener que cargar con toda la movida de los amplificadores. Ahora estamos en un momento en el que, incluso para grabar, tratamos de no limitarnos tanto con los instrumentos y timbres acústicos. Por ahí pintan otras cosas, como sintetizadores muy chiquitos o sampleos de cosas que usamos para reproducir en vivo. Justo ahora nos estamos abriendo a usar cosas nuevas, pero yo siempre pensé que todavía queda mucho para hacer con los instrumentos acústicos, y que hay canciones que quedan muy bien con esa instrumentación. De alguna forma, nosotros nos impusimos una limitación al elegir estos instrumentos, y hay algunos límites que están buenos, porque te los imponés vos y trabajás con ellos. Pero bueno, el tiempo fue pasando y ya grabamos varios discos, y ahora no estamos tan pendientes de eso. El primer disco lo grabamos tal como lo estábamos tocando en las fiestas, y el segundo también lo grabamos todos juntos. Ahora puede pintar un piano,un violín o cualquier otra cosa.
-Otra cualidad que los caracteriza son los arreglos vocales en forma de coro. Eso les da una identidad muy grupal; ninguno resalta sobre el otro.
-Eso está desde el principio. En algunos momentos nos planteamos la posibilidad de que en determinada canción alguien pudiera aparecer más como solista, lo que en realidad se podría hacer, pero somos cinco y las voces siempre las repetimos varios. Siempre estamos duplicando nuestras voces. De hecho, cuando en una grabación vos ponés una voz en solo, te das cuenta de que es cualquier cosa. Las voces no están diseñadas para cantar solo. Si cantás solo, cantás de una forma, y cantar en grupo es algo distinto. Nosotros tenemos una forma de cantar juntos que funciona. En el último disco ya estábamos cantando mejor, pero vos ponés en solo las voces de los primeros discos y te das cuenta de que están cantando con los demás.
-¿Por qué eligen el camino independiente para editar su música?
-No es una postura discursiva, es algo que se fue dando. También hay que tener en cuenta que lo que va sucediendo es un poco lo que sos, es un poco lo que querés, o un poco lo que quisiste en el pasado. La gente se fue acercando mucho por medio de las redes sociales; nuestro Facebook se llenó de gente. Después, cuando tuvimos nuestro mánager, organizábamos las giras y los toques entre todos. A veces nos contratan para tocar en algún lado, pero cuando organizamos nosotros nos va muy bien. Nos han ofrecido cosas de parte de sellos, pero la verdad es que no nos servía porque ya teníamos un método que nos funcionaba bien. O sea, nosotros adoptamos la postura de ser independientes en serio. Nos han ofrecido cosas y no las quisimos, y no fue por algo ideológico, aunque al final sí lo sea. Si a vos te dan un contrato que dice cosas que nada que ver y que te corta un montón de libertades u otras formas de expresar lo que vos hacés, ya no te sirve.
-Muchas veces se los relaciona con el género world music. ¿Se sienten identificados con esa denominación?
-No tengo ni idea de lo que es world music, así que si tenemos algo que ver con eso, yo no lo sé. Siempre digo que hacemos canciones con cosas de rock y cosas de folclore.