“Para nosotros, el programa es maravilloso porque incluye una posibilidad que antes no existía, al menos con la dimensión que tiene este proyecto, y al que en el ámbito de la creación no estábamos acostumbrados: he visto gente que ha trabajado muchísimo tiempo, y su trabajo se ha visto muy limitado a un público de teatro habitual. Ahora contamos con la posibilidad de salir a los barrios y acercarnos a otro tipo de públicos”, dice el dramaturgo Fernando Nieto, reflexionando sobre el Programa de Fortalecimiento de las Artes.

Hoy se inaugura un festival de teatro en la sala Verdi que se extiende hasta el 29 de julio y que incluye una selección de 14 espectáculos nacionales. El Programa de Fortalecimiento de las Artes (de la Sociedad Uruguaya de Actores, la Federación Uruguaya de Teatros Independientes y la Dirección de Cultura de la Intendencia de Montevideo) inicia su tercera edición y la festeja con esta muestra escénica con entrada libre.

El director de la sala Verdi, Gustavo Zidan, dijo a la diaria que “en la selección de espectáculos se trató de contemplar la mayor cantidad de propuestas que existieron a lo largo de estos dos años de convocatorias” para concentrarlos en una muestra. El objetivo del Programa de Fortalecimiento es desarrollar una permanente descentralización cultural, motivo por el cual los espectáculos ganadores de la convocatoria deben diseñar un recorrido por los barrios, así como la búsqueda de una profesionalización de las salas y los artistas.

Recordado por su innovadora puesta de Quiroga con la luz prendida, Fernando Nieto -actor y director de Blu, pieza que se presentará el 14 y el 15- considera que el teatro nacional se encuentra en un buen momento. Cuenta que después de las funciones en los barrios, siempre viven una devolución inmediata por parte del público, y refiere al hecho de que cuando termina la obra, todos los espectadores esperan la salida de los actores. “La mayoría de los que van no son personas que suelen ir al teatro. Por ejemplo, a veces asisten a un gimnasio del barrio para ver una obra, y cuando finaliza, se muestran agradecidos, quieren contactarse para escribir y, en algunos casos, enviar obras escritas por ellos mismos”. Nieto cree que sucederá lo mismo con este festival, ya que “la gente se acerca a ver eso que estás haciendo, con entrada libre, precisamente porque nace desde otro lugar”.

Recuerda que cuando comenzó a trabajar con Blu -originada a partir de una serie de interrogantes sobre el hombre frente a la destrucción y la pérdida-, aún no sabía que ganarían este fondo y, por ende, no estaban al tanto de los diferentes públicos a los que se enfrentaría. “Para mí eso es explosivo: llegar no sólo a distintos espacios escénicos y teatrales, sino también a públicos completamente diferentes. Cada función en distintos barrios es una nueva experiencia, que también enriquece mucho nuestro trabajo, con una cercanía mucho más próxima por parte del espectador”.

Marianella Morena ha dirigido piezas como Las julietas y Antígona. Su última obra fue Demonios, también seleccionada por el Programa de Fortalecimiento. “Es el primer subsidio que surge en Uruguay en el que los artistas están separados de la producción y los recursos humanos. Nosotros cobramos un sueldo con aportes al BPS [Banco de Previsión Social]. Ésta fue la primera vez que recibí aportes, y es algo muy importante, ya que existe una ley aprobada y promulgada desde 2008 y no siempre que el Estado contrata, paga de acuerdo a ella”, dice. Los aspectos más favorables que indica Morena de esta iniciativa son la ejecución de la Ley del Artista y la existencia de una libertad definida a la hora de trabajar, en la que no se controla el proceso creativo. “Yo quiero quedarme con esto. Hay algo que nos involucra a todos los uruguayos, y es el supuesto de que si sos artista no debés reclamar tus derechos. En Montevideo hay una cartelera inusual para Latinoamérica, y creo que es el momento de amparar los derechos de los artistas, para que no nos sintamos en un estado de fragilidad constante”.

Entre los espectáculos seleccionados se encuentran Ave máter, de Dino Armas; La Ovidio Titers Band; Ulf, de Juan Carlos Gené; y Almacenados, con dirección de Eduardo Cervieri, que alterna el humor y la reflexión en una comedia. La prueba, dirigida por Sebastián Barrios, se pregunta qué define a la familia en medio de los sobresaltos del mundo moderno; 6seis -con la dirección de Fernando Rodríguez Compare- aborda los asesinatos de las mujeres trans cometidos en Uruguay en los últimos dos años, poniendo en escena la homofobia de nuestra sociedad. También se presenta la recientemente estrenada Primer módulo, de Luciana Lagisquet, que se centra en una amenaza de bomba en un colegio privado expone la falta de identidad, ideología y política.

El jueves 10 se podrá acceder a Algo de ruido hace, obra escrita por la argentina Romina Paula y dirigida por Fabio Zidán que ha seducido a un amplio público intergeneracional. Por su parte, los espectáculos Corazón de boxeador y En familia, de Jorge Denevi, se podrán ver los días 26 y 28. Por último, se podrá asistir a dos piezas dirigidas por Bernardo Trías. La primera es Snorkel -escrita por Federico Guerra-, que se centra en un submundo de drogas, prostitución y corrupción, en el que los personajes intentan sobrevivir como pueden, y la segunda es la beckettiana Los días felices, en la que una mujer que se encuentra enterrada hasta la cintura -y luego hasta el cuello- es despertada por un timbre.