El domingo de noche se realizó la 72ª edición de la ceremonia de entrega de los premios Globo de Oro que otorga la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por su sigla en inglés) a lo más destacado del cine y la televisión. La gran ganadora de la noche fue Boyhood, ya que obtuvo el premio a mejor película dramática, Patricia Arquette, el de mejor actriz de reparto y Richard Linklater, el de mejor director. Para parte de la crítica especializada se trata de uno de los experimentos más raros que haya reconocido la industria: un proyecto que llevó más de 12 años de desarrollo y filmación, en el que se retrata la vida de un niño de seis años hasta su adolescencia. El equipo de rodaje se juntó una vez al año durante más de una década para filmar. “Ha sido un privilegio tener un lienzo tan grande para trabajar”, expresó Linklater.

La ceremonia la condujeron las actrices Tina Fey y Amy Poehler -tercera vez consecutiva que están a cargo-, quienes, según expresa con entusiasmo el diario británico The Guardian, cultivaron “la primera ceremonia de premios feminista”, por sus chispeantes monólogos, como el chiste sobre George Clooney: “Este año se casó con Amal Almuddin. Amal es abogada de los derechos humanos, quien trabajó en el caso Enron; fue asesora de Kofi Annan en relación con Siria y una de las tres personas seleccionadas para una comisión de la ONU que investigó las reglas referentes a violaciones de guerra en la franja de Gaza. Así que, esta noche... su marido recibirá un premio por su trayectoria”. Algunos medios, como IGN, señalan que en la gala primó la corrección política. Sin embargo, no faltaron los chistes sobre Bill Cosby -quien en el último año estuvo en la picota por varias denuncias de acoso sexual que datarían de hace tres décadas o más- y Corea del Norte. También hubo espacio para muestras de apoyo al semanario francés Charlie Hebdo; desde Jared Leto hasta Clooney mencionaron el tema, al igual que el presidente de la HFPA: “Tenemos que estar todos juntos contra los que están en contra de la libertad de expresión, desde Corea a París”.

El duelo televisivo más esperado, el de las series Fargo (basada en la película de los hermanos Coen de 1996) y True Detective, se lo llevó la primera, que fue galardonada como mejor miniserie, y Billy Bob Thornton ganó el premio como mejor actor e hizo el discurso más corto: “Hoy en día, digas lo que digas, te metes en problemas, y yo lo sé por mi experiencia personal. Así que solo diré: ‘Gracias’”.

En el ámbito de las series hace rato que se viven cambios en los formatos de plataformas de difusión, como lo demuestran House of Cards y Transparent. Ambas series se transmiten online, vía Netflix y Amazon Prime, respectivamente. Transparent ganó el premio como mejor comedia de televisión, y Jeffrey Tambor como mejor actor de comedia en televisión. A su vez, Kevin Spacey, protagonista de House of Cards, ganó su primer Globo de Oro como mejor actor de drama en televisión. La otra gran triunfadora de la noche fue The Affair, la serie que explora los efectos emocionales de una relación extramarital, que se llevó el galardón a la mejor serie de drama (superando a un peso pesado como Game of Thrones) y a la mejor actriz, por el papel de Ruth Wilson.

Por el lado del séptimo arte, los premios más importantes -además de los que recibió Boy Hood- se los llevaron El gran hotel Budapest (mejor película de comedia), Eddie Redmayne, de La teoría del todo (mejor actor en rol dramático), Julianne Moore, de Still Alice (mejor actriz en rol dramático), Michael Keaton, de Birdman (mejor actor de comedia) y Amy Adams, de Big Eyes (mejor actriz de comedia).

Los actores Kristen Wiig y Bill Hader, protagonistas de la comedia oscura The Skeleton Twins, tuvieron uno de los momentos más aclamados de la noche cuando repasaron famosas frases de películas, hasta tal punto que la revista digital Salon proclama a toda pompa que deberían ser los próximos presentadores de los premios.

Por el lado superficial y frívolo, la más ganadora de la noche fue la casa de moda italiana Versace, que vistió a Jessica Chastain, Amy Adams, Heidi Klum y Jane Fonda, convirtiéndose en la firma con más presencia en la alfombra roja -probablemente dejando algún que otro billete a sus modelos de ocasión-.

Pero la que se robó todas las miradas fue Julianne Moore: la veterana actriz de 54 años desafió la cultura vintage y, según la especialista en moda de El País de Madrid: “Iba cubierta de cuello a muñeca, y miraba hacia el futuro en vez de hacia un siglo atrás”. Otra que se destacó en la alfombra roja fue Jennifer Lopez, quien no participó en serie o película alguna; sin embargo, con un escote huérfano de tela demostró un par de razones para acudir, justamente, a los Globo de Oro.