Existen varios álbumes dobles fundamentales en la historia del rock, uno de ellos es Physical Graffiti, de Led Zeppelin. La última masterpiece de la legendaria banda británica se editó en febrero de 1975, por lo que está a punto de cumplir 40 años. El viejo Jimmy Page -guitarrista, compositor y productor del grupo-, quien hoy cumple 71 años, estuvo bastante entretenido el año pasado, trabajando en las nuevas reediciones remasterizadas del pesado catálogo del grupo. La “campaña de reedición”, como le llama la web oficial de la banda, sigue el orden cronológico de lanzamiento de los discos originales. El último fue Houses of the Holy (1973), en octubre, y ahora le toca al álbum con la famosa tapa que muestra al -hoy icónico, gracias al disco- edificio de la calle Saint Marks, de Manhattan.

Como en las remasterizaciones previas, Jimmy Page también estuvo al mando de las perillas -existen pocos casos en el mundo del rock de un guitarrista que haya producido en solitario todos los discos de su banda y que, a su vez, le queden ganas de remasterizarlos décadas después-. Physical Graffiti también vendrá con material extra nunca lanzado oficialmente: tomas descartadas de estudio (outtakes), según destaca a toda pompa ledzeppelin.com. El álbum original, de 15 canciones, fue alabado por la crítica, tuvo un inmenso éxito de ventas y se certificó 16 veces platino en Estados Unidos -es decir, vendió 16 millones de discos-. La reedición vendrá en cinco variantes, que van desde la más simple (dos CD) hasta la más adecuada para el fetichista, la famosa Super Deluxe, que incluye tres CD, tres LP y un libro de 96 páginas.

Physical Graffiti contiene el que quizá fue el último himno de Led Zeppelin: “Kashmir”. Más de ocho minutos de adictivo y cansino ritmo, con los obsesivos arreglos de cuerdas y los brillantes metales totalmente atípicos para el sonido de Zeppelin. Un clásico instantáneo desde que Robert Plant arranca a cantar : “Oh let the sun beat down upon my face, / stars to fill my dream”. La nueva edición puede servir de excusa para redescubrir -o descubrir- verdaderas gemas del disco, que vaya a saber por qué no son himnos. Un buen ejemplo es “Trampled Under Foot”, un tema con un machacante riff funky -doblado por el clavinet de John Paul Jones-, que desborda eso que es difícil traducir al español, que se deonomina groove y hace mover la patita como esclavo del ritmo. Por si le faltara algo, Plant despliega lascivia y el segundo doble sentido más usado en la historia del rock, mujeres y autos -el primero es mujeres y droga, claro está-: “Cuerpo lubricado, / tapicería de cuero a la moda. / Me gusta cómo te pegas a la carretera, / mami, no es pecado [...]. Dirección sin problemas, / ayuda a fluir tu aceite. / Mami, déjame darte gas, / déjame hacerlo todo”.

Del segundo disco se puede destacar el delirio progresivo, también de más de ocho minutos, de “In the Light”; el despliegue instrumental folk de “Bron-Yr-Aur”, delicada pieza que muestra, una vez más, el arte de arpegiar que brota por las manos de Page, y un tema de pura cepa hard -es decir, zeppelinero- como “The Wanton Song”. Physical Graffiti tiene, además, un rock and roll clásico -es decir, estilo cincuentero- de fueste, como “Boogie With Stu”, fruto de una zapada de la banda en el estudio móvil de los Rolling Stones, con su pianista, Ian Stewart.

Entre el material jamás lanzado oficialmente, en la reedición se podrá encontrar una versión antigua de “Sick Again” y “In The Light”, un mix con overdubs de “Houses Of The Holy” y otra mezcla de “Kashmir”, entre otras novedades. Pero los fanáticos del pesado grupo inglés tendrán que esperar -y, de paso, aprovechar para ahorrar, sobre todo si quieren la edición Super Deluxe-, ya que la nueva edición saldrá al mercado el 24 de febrero, cuando se cumplan exactamente 40 años del lanzamiento de Physical Graffiti.