“Liberar, promover y proteger” es lo que se propone el acuerdo que el ministro interino de Relaciones Exteriores, Luis Porto, y la embajadora de Japón, Keiko Tanaka, firmaron ayer con el objetivo primero de potenciar las inversiones japonesas en Uruguay. Las negociaciones entre los dos gobiernos comenzaron en noviembre de 2012, con una visita del canciller Luis Almagro a Japón, que se convirtió en el inicio de las discusiones que condujeron al acuerdo que se firmó ayer.

Para Porto, el objetivo del acuerdo es “complementar el marco normativo vigente, aportar certezas jurídicas, desarrollar capacidades y facilitar el acceso a los recursos”, aptitudes que se suman a la estabilidad social, política y económica existente, lo que “permite captar inversiones”.

Por su parte, la embajadora, que antes de arribar a Uruguay había trabajado 30 años en el rubro automotor en el ámbito privado, resaltó la “gran tranquilidad” que este acuerdo les brinda a las empresas niponas que están invirtiendo en el país. En la actualidad, éstas se concentran en la fabricación de autopartes, en las zonas francas, en la planta regasificadora Puntas de Sayago, en el sector logístico y en el de la energía eólica.

La representante diplomática también se refirió al acuerdo como un “catalizador” para incrementar el intercambio de personas y el comercio entre ambos países. Japón no representa hoy un destino relevante para las exportaciones de Uruguay, ni tampoco como origen de importaciones. En los últimos años Uruguay ha disminuido sus compras a ese país, que para 2012 -año en el que alcanzaron el máximo, de 102 millones de dólares- apenas entraba en el último lugar de un ranking que Uruguay XXI elabora sobre los 15 principales orígenes de importación. Sin embargo, desde entonces las importaciones desde ese país han bajado, hasta llegar a 94 millones de dólares en 2013 y 83 el año pasado.

Las exportaciones de Uruguay a Japón alcanzaron su máximo en 2006, cuando tocaron los 44 millones de dólares; desde entonces han caído y repuntaron levemente en los últimos tres años. En 2014 Uruguay pudo colocar ventas que ascendieron a 13 millones de dólares. De acuerdo con el organismo promotor de inversiones y exportaciones local, las negociaciones para el ingreso de carne bovina fresca desosada a Japón, “único mercado mundial relevante al que Uruguay no tiene acceso con este producto”, estaban “avanzadas” a mediados de enero.