En la década del auge doméstico de los videojuegos, los lejanos 90, el gamer promedio andaba por la vida cargando cartuchos de tamaño familiar que contenían un juego -a lo sumo, unos cuantos (y varios repetidos), en la famosa versión pirata del primer Nintendo, que en Uruguay fue omnipresente y se lo conocía como Family Game-; y el que no se recreaba con una consola y lo hacía en PC cargaba con varios disquetes que -a veces- entre todos formaban lo indispensable para instalar un juego en el sistema operativo MS-DOS, el primer gol de Microsoft. Hace pocos días, la página archive.org, en su sección Software, puso a disposición lo que ningún gamer noventero jamás soñó: más de 2.200 juegos de MS-DOS, sin bajar nada y a un solo clic. Y lo que resulta más importante: gratis.

La librería de videojuegos utiliza un emulador web llamado EM-DOSBOX -eso lo diferencia del famoso MAME (sigla de Multiple Arcade Machine Emulator), que hay que instalar y a su vez bajar los ROM de los juegos- que está en fase beta, por lo que, por momentos, puede producirse algún error -o bug, como le dicen los del palo-; pero, vamos, a caballo regalado... La base de datos permite buscar los juegos por título, ordenarlos por nombre o por los más jugados -a su vez, cada juego tiene una descripción con información detallada, ideal para el gamer más obsesivo y quejoso-.

Esta última opción es interesante porque genera un ranking de los clásicos que todos quieren volver a jugar. Así las cosas, aparecen íconos del entretenimiento digital noventero, y de un poco antes también, como Prince of Persia (1989) -supera las 270.000 visitas-, Wolfenstein 3D (1992) -el juego para matar nazis por excelencia-, Sim City (1989) -primera versión de la saga que pone en manos del jugador una ciudad, como si fuera un alcalde semidiós-, Super Street Fighter II (1993) -juego de pelea que a esta altura no necesita descripción-, Batman Returns (1993) -una de las adaptaciones más decentes del caballero oscuro al ocio digital, antes de la rompedora serie Arkham-; y juegos mucho más viejos como Donkey Kong (1981) -primero en el que aparece el fontanero bonachón que después conocimos como Super Mario Bros.- y Pac-Man (1980). La página no da muchas pistas sobre los botones básicos para accionar cada juego, por lo que, al principio, el jugador ansioso puede dejar la vida tecleando como un mono autómata en esas pruebas de digitación que suelen aparecer en los documentales de Nat-Geo.

Fuera de los juegos de MS-DOS, podemos encontrar otra sorpresa igual de atractiva: Atari 2600. Ideal para los que prefieren no salir en la Noche de la Nostalgia, tiene más de 500 juegos de la mítica consola que ingresó al mercado en 1977, abriéndose paso entre la música disco y el punk. La mayoría de los juegos harán llorar a la mayoría de los jugadores con tan sólo ver las capturas de pantalla –screenshots- de pequeño tamaño; a algunos por la nostalgia, y a otros por la tristeza que puede generar observar lo simples y rudimentarios que eran esos juegos. Basta con ver Tennis (1981), creado por la legendaria empresa estadounidense Activision, en el que hay que poner mucha imaginación para entender eso que sucede en la pantalla como “tenis”. Quizá ésa era la gracia de los videojuegos de la época: hoy son puro gráficos, una experiencia casi de cine, que poco lugar deja a la imaginación.

Archive.org también tiene la sección Classic PC Games, en la que se puede encontrar videojuegos más avanzados -pero también noventeros- específicamente para el sistema operativo Windows, como Doom (1993), Quake (1996), Sega Rally 2 (1998), Age of Empires: The Rise of Rome (1998) y un larguísimo etcétera. Pero estos juegos requieren ser descargados, así que, en este mundo donde prima lo online, el streaming y la mar en la web, no es tan atractivo como la opción de juegos de MS-DOS. Seguramente, los que tienen más de 20 años se sentirán un poco raros cuando alguno de los juegos no funcione y no tengan cartucho al que soplar.