Pride (orgullo) es una película inglesa dirigida por Matthew Warchus que trata de una anécdota poco recordada de la historia de los años 80: durante la terrible huelga que enfrentó a los mineros de Gales con el gobierno de Margaret Thatcher entre los años 1984-1985, un grupo de activistas londinenses de los derechos gay decidieron que ante el enemigo común del conservadurismo inglés harían suyo el conflicto de los mineros, lanzando una campaña de recolección de fondos para sostener la huelga. La película, que revive hechos históricos muy poco conocidos, cuenta esa historia en términos de comedia feel-good (como suele denominarse a cierta clase de comedias caracterizadas por su humanismo y su optimismo), y ganó la aprobación casi unánime de la crítica británica, aunque su existencia fue poco difundida fuera de Reino Unido, no siendo estrenada en los grandes circuitos cinematográficos de Estados Unidos, donde acaba de ser editada en DVD y Blu-ray.

Sin embargo, pocos de los que se aproximen a esta edición estadounidense van a tener una idea aproximada acerca del contenido de Pride, ya que los distribuidores hicieron todo lo posible para disimular la causa por la que militaban los personajes del film. No sólo el resumen argumental de la contraportada del DVD fue alterado para no dar ningún dato acerca de la militancia de los simpatizantes de la huelga (que son descriptos exclusivamente como “activistas”), sino que el diablo del Photoshop metió la cola, y la fotografía de dicha contraportada, en la que aparecen los jóvenes militantes marchando frente a una pancarta en la que puede leerse claramente las palabras “lesbianas y gays” se quedó misteriosamente sin pancarta, dejando a los personajes marchando por ignotas razones frente al Big Ben londinense.

Los primeros sorprendidos por el cambio fueron los responsables de la producción de Pride, CBS films, quienes aseguran no haber dado ningún tipo de instrucciones para disimular el contenido de militancia homosexual del film y responsabilizan a los distribuidores locales del cambio. Ben Roberts, representante de algunos de los productores, le declaró a BBC: “No me sorprende que los distribuidores estadounidenses hayan tomado la decisión de diluir el contenido gay para vender más copias. No lo estoy defendiendo, está mal y es un atraso, pero no estoy sorprendido. Es una desafortunada realidad comercial tanto aquí como en Estados Unidos, con la que los distribuidores tienen que lidiar para hacer que sus películas lleguen a las tiendas. El material LGBT es mayoritariamente marginalizado, más allá de éxitos ocasionales como Secreto en la montaña”.

Pride ganó varios de los principales premios británicos del cine independiente de este año y recibió una ovación de pie en el último festival de Cannes, donde fue exhibida fuera de concurso. De momento no hay noticias de que se vaya a estrenar o a editar en DVD en nuestro medio.