Desde hace una semana, periodistas nacionales y extranjeros, actores, directores, bailarines y público en general se vienen encontrando en Montevideo, Canelones, San José y Salto, en el marco del cuarto Festival Internacional de Artes Escénicas (FIDAE), con propuestas que alternan danza, teatro, mesas redondas y debates.

El argentino José Miguel Onaindia, hasta hace poco tiempo asesor artístico del teatro Solís -donde también se encargó de la programación, antes de que asumiera Daniela Bouret-, es el nuevo director del FIDAE. Según dijo a la diaria, este festival es “deliberadamente abarcable”, e incluso, si se organiza bien la grilla, se puede ver todas las obras. Onaindia cuenta que cuando lo invitan a otros festivales, lamenta que los espectadores casi no puedan leer el catálogo y no sepan qué ver, porque en esos casos “uno termina yendo a los espectáculos que le programaron otros”.

Así, con poco tiempo para organizar esta cuarta edición, que estuvo en duda -por el presupuesto- hasta casi dos meses antes, el director optó por un claro énfasis latinoamericano y español: “Esta programación iberoamericana también fue deliberada, porque es en los movimientos escénicos, tanto en teatro como en danza, en los que podemos encontrar más posibilidades de coproducción, y alcanzar mayor impacto. También es un modo de singularizar el festival con respecto a los que se realizan en Buenos Aires y Santiago, que cuentan con una programación europea y asiática más vasta”, explicó.

Consultado sobre cómo está posicionado el FIDAE, Onaindia cree que uno de sus objetivos fundamentales es el fortalecimiento de vínculos con otros festivales, para que el uruguayo se abra a la región y genere proyectos de coparticipación, sobre todo con los dos más próximos, el Festival Internacional de Artes Escénicas de Buenos Aires -FIBA- y el Santiago a Mil de Chile. Pero también se encuentra trabajando en el festival de artes escénicas madrileño Frinje, dedicado especialmente al teatro experimental, con el que se va a realizar un proyecto en común. “Por eso creí importante la repercusión y la cobertura de prensa internacional, para que el FIDAE se conozca realmente y cuente con un lugar de peso. La programación iberoamericana implica singularizarlo, sobre todo frente al FIBA y Santiago a Mil, pero eso también posibilita un tránsito entre los tres, precisamente porque no se ve lo mismo, ya que existen conceptos de programación diferentes”. Además, el director espera las repercusiones de la ronda de negocios que se desarrollará del jueves al sábado, y en la que participarán programadores de festivales de Europa y América, como Juan Carlos Pérez de la Fuente, director del Teatro Español; la directora del teatro Les Celestins de Lyon, Claudia Stavisky; y el director del Centro Nacional de Teatro de Venezuela, Alfredo Caldera, entre varios más, que también conocerán buena parte de la producción nacional que se encuentra en cartel.

Hasta ahora, lo interesante del FIDAE para Onaindia ha sido el encuentro de creadores, artistas y público, ya que casi en todas las funciones se agotaron las localidades, como fue el caso de la excepcional Mi hijo sólo camina un poco más lento y de la española Juicio de una zorra -protagonizada por Carmen Machi, actriz de Ocho apellidos vascos, Los amantes pasajeros y Los abrazos rotos-. Pero el director no sólo se refiere a la buena respuesta del público, sino también al énfasis en que los invitados extranjeros vean y conozcan el teatro uruguayo, de manera que cuenten con un panorama bastante amplio de la producción nacional. Ése fue el caso de importantes programadores internacionales como Natalia Méndez, quien desempeña esa tarea para el Festival de Teatro Clásico de Almagro -ella “estuvo toda la semana y se fue con un paneo de lo que está sucediendo en Montevideo”-, o de Salvador Volta y otros directores españoles, que conocieron las posibilidades escénicas que ofrece el país.

Otra de las que cruzarán el río será la productora del Festival de dramaturgia Europa + América, en el que se invita a autores extranjeros para que sean dirigidos por argentinos. Onaindia cuenta que así, en vez de proponer un festival simplemente de exhibición, diez directores argentinos montan obras a partir de los textos que eligen diferentes países europeos o latinoamericanos, y los espectáculos se mantienen luego en cartel. Así surgió el mencionado Mi hijo sólo camina un poco más lento -que cuenta con entradas agotadas hasta 2016-, en el que un argentino dirige la obra de un croata. También en el marco de esa propuesta, el año pasado Román Podolsky dirigió Medea del Olimar, de Mariana Percovich, en la que fue la única versión de la pieza desde una visión masculina. “Eso le hace muy bien a Buenos Aires -dice Onaindia-, sobre todo porque es una ciudad donde se hace muy poco repertorio de otros países, al contrario de Montevideo”.

Para agendar

Hoy se presentarán la obra ganadora de la XV Bienal de Teatro del Interior, El buscón de Quevedo, de Roberto Buschiazzo (Teatro sin Fogón, en Tractatus a las 19.00) y el coreógrafo argentino Pablo Rotemberg con su espectáculo La Wagner (en la sala Verdi a las 21.30, también mañana y el jueves). Este jueves a las 20.30 se repondrá en El Galpón la sólida obra de Mario Ferreira Tóxico, y el sábado, a la misma hora, estará Cocinando con Elisa, de Gerardo Begérez.

Para Onaindia el festival “comenzó muy bien, pero esta semana se viene muy fuerte: Desde aquí se ve sucia la plaza [hoy y mañana a las 20.30 en El Galpón] es una obra que se presentó en el Frinje y que es excelente no sólo por su factura, sino también porque plantea un conflicto entre la modernidad y las costumbres y tradiciones culturales. Sobre todo cómo discuten esas dos líneas países con tradiciones muy enraizadas, de manera que la obra es muy interesante más allá de su estética”; la crítica española llegó a compararla con la irreverencia de los Monty Python.

La exitosa obra argentina Brecht, con dramaturgia y dirección de Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu, logró arreglar su agenda para ofrecer una sola función en el teatro Solís, el jueves a las 21.00. “Reservamos el Solís para que la mayor cantidad posible de público pueda verla. El grupo llega hoy con una escenografía muy compleja de armado, y el viernes ya tiene que estar de nuevo en Buenos Aires porque se encuentra en plena temporada”. La prometedora Brecht surgió, precisamente, dentro del festival Europa + América, que nutrió al FIDAE con dos piezas importantes.

El FIDAE cerrará con Mucho ruido y pocas nueces, del Globe Theatre. Las funciones serán en el Auditorio del SODRE, el sábado a las 21.00, el domingo a las 15.00 y 21.00, y el lunes a las 14.00, en una función exclusiva para centros educativos. Según adelantó Onaindia, esta puesta se inserta en la línea de la propuesta de Hamlet que trajeron el año pasado, aunque es “más compleja”. Considera que es muy interesante que venga una de las comedias de Shakespeare, que en general no se eligen para representar, “porque cuando el teatro rioplatense acude a Shakespeare, apela más bien a su tragedia, y hay algo del tono chispeante de esta pieza que sobresale”, dice (Mucho ruido... se presentará en paralelo a la obra shakespeareana más política, Coriolano, que continúa en la cartelera del Circular).

No daré hijos, daré versos, de Marianella Morena, se presentó ayer en doble función, hoy iniciará una gira por Cádiz y Jaén, y luego, en noviembre, abrirá la temporada internacional del madrileño Teatro del Matadero, continuando con la proyección internacional que últimamente vive el teatro nacional, sobre todo a partir de nombres como Morena, Roberto Suárez y Gabriel Calderón.

Otras direcciones

Mientras volvía del encuentro de Arte y Juventud, que convocó a 1.300 jóvenes en Carmelo, el director nacional de Cultura, Sergio Mautone, confirmó a la diaria que su intención es que Onaindia cubra interinamente la dirección del Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAE), que se encuentra vacante desde que Calderón abandonó el cargo. “José Miguel asumió la dirección artística del FIDAE, y ante esta buena experiencia, queremos que siga vinculado a la dirección del INAE mientras se realice el llamado”, dijo Mautone, y aclaró que este año las compañías uruguayas que participen en el festival “cobrarán en tiempo y forma”, algo que definió como prioritario.

Onaindia, profesor de derecho constitucional y derechos culturales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), cuenta que siempre fue espectador. Entre los primeros films que vio recuerda La novicia rebelde Los hijos del capitán Grant, y ya de adolescente lo comenzó a deslumbrar el cine europeo. Lo mismo le sucedió con el teatro y, con los años, se convirtió en el director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina, en asesor de la presidencia de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de ese país, y en coordinador general de cultura del Centro Cultural Ricardo Rojas de la UBA, además de haber sido miembro adherente de la Fundación Teatro Colón.

Al reflexionar sobre el teatro argentino y el uruguayo, Onaindia asegura que, a diferencia de Buenos Aires, en Montevideo contamos con una dramaturgia que “demuestra la marcada libertad de expresión que existe en Uruguay en comparación con Argentina. Es impensable que allí se escriba la Trilogía de la revolución, de Santiago Sanguinetti. O ciertas obras de Calderón, que representan la historia reciente y la ponen en crisis junto a otros discursos, patrones, y verdades reveladas que en Argentina no pueden tocarse. Recién ahora están surgiendo más dramaturgos como [Mariano] Tenconi Blanco con Las lágrimas y otros intentos de cuestionar el pensamiento hegemónico. Pero en general es un teatro que elude tomar a lo político como disparador dramatúrgico; de cierta forma no cuestiona porque va por otros carriles, o, cuando toma el tema, repite caminos ya transitados desde los 60 y los 80 en adelante. También es interesante que haya puestistas que se dediquen a la dirección escénica (como es el caso de Mario Ferreira y el de María Dodera, que en su extensa carrera sólo cuenta con dos obras de su autoría)”, que en Buenos Aires escasean y “siempre hacen falta”, añadió.