Con un interminable y ya repetido debate comenzó ayer la votación del proyecto de Ley de Presupuesto en la Cámara de Representantes, en donde se aprobó la iniciativa a nivel general únicamente con los votos del Frente Amplio (FA). Como tantas veces, buena parte de la discusión giró en torno a si los diez años de gobierno de la izquierda fueron una década ganada o perdida, a la efectividad de las políticas sociales en la distribución del ingreso, a las “recetas” neoliberales en los años 90, al rol (y las cuentas) de las empresas públicas y al déficit fiscal.

Y en un escenario donde los temas ya habían sido previamente discutidos tanto en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda como en los medios de comunicación, la atracción principal pasó por las grietas que desnudó el oficialismo. “Algunos artículos, cuando vinieron desde el Ejecutivo, parecían redactados por la oposición. Con bastante falta de olfato político”, dijo el diputado Darío Pérez, que anunció que su sector, la Liga Federal Frenteamplista (LFF), no les dará su voto a determinados artículos, por lo que el FA no podría aprobar esas iniciativas.

Uno de los artículos a los que el sector se opone es el que aumenta en hasta 2.000 pesos los salarios del personal militar subalterno mediante la eliminación de 50% de las vacantes que se generen entre los soldados de primera. Para Pérez, esto debería ser parte de un “gran debate nacional”. Tras advertir que él también fue preso político (para que no le digan “miliquero”), dijo que en el interior algunos cuarteles constituyen una fuente de trabajo. También argumentó que los objetivos del Ministerio de Defensa Nacional no deberían cambiar en función del gobierno de turno.

Pérez tampoco apoyará la decisión de anexar la Dirección Nacional de Policía Caminera a la Guardia Nacional Republicana, y dijo que si se sumaban los sectores del FA que estaban en contra de esta medida con los partidos de la oposición, el resultado da que “tres cuartos de la opinión pública piensan que esto es inconveniente”. El legislador tampoco votará el artículo que faculta al Ejecutivo a “organizar por sí, o mediante terceros, certámenes de pronósticos de resultados deportivos nacionales o internacionales y juegos de azar” realizados en internet. “Si hay algo que no precisamos es más timba, que se rodea de otras amigas que se llaman vicio y corrupción”, expresó. El diputado reconoció que su negativa a apoyar estos artículos “seguramente va a traer consecuencias políticas”.

A los dos votos que tiene este sector en la cámara, se le sumaría el del diputado Víctor Semproni, quien realizó una alianza electoral con la LFF en las últimas elecciones nacionales. Este diputado, que ya dejó al FA sin mayorías a la hora de votar el proyecto de ley interpretativo de la Ley de Caducidad en 2011, sostuvo que no votará el artículo de la eliminación de vacantes de las Fuerzas Armadas ni el del pasaje de la Caminera a la Republicana. “Nosotros estamos por afuera del FA”, dijo el legislador en referencia a que su sector político, Congreso Frenteamplista, no integra el FA. “Tendría que cumplir lo que deciden otros. Nosotros no tenemos ninguna instancia de decisión porque no integramos ninguna estructura del FA”.

El debate parlamentario

Quien ofició como miembro informante del proyecto de ley por el FA fue Óscar Groba (Espacio 609), que defendió la iniciativa enfatizando que se trata de un Presupuesto de “calidad”, al igual que lo fueron las otras dos iniciativas que el Ejecutivo frenteamplista envió en 2005 y 2010. El legislador destacó indicadores sociales como la baja de la desocupación, de la indigencia, el crecimiento económico de “todos los sectores”, así como “las certezas financieras” con las que cuenta el país. También destacó que a pesar de que es un Presupuesto que sólo prevé recursos para los dos primeros años de gobierno, “no se retrocede en ningún aspecto de lo conquistado”. Según dijo, es “natural” que la oposición vote en contra, ya que mientras gobernaron “impulsaron una estrategia del crecimiento y la acumulación, y dejaron de lado la negociación colectiva no citando a los Consejos de Salarios”.

En tanto, el nacionalista Gustavo Penadés, miembro informante del Partido Nacional, acusó al ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, de actuar con “deshonestidad intelectual o ignorancia”, ya que el FA “ocultó y negó el deterioro económico” que estaba viviendo el país en el año electoral, cuyos orígenes empezaron “años atrás”. Consideró que es “muy negativo” que el gobierno finalice el quinquenio con un déficit fiscal de 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Penadés consideró que “militarización de la Policía a través de aumentar el poder de la Guardia Republicana es tremendamente preocupante”. Pero si de militares se trata, el diputado también manifestó inquietud por su futuro: sostuvo que es “lamentable” que se siga castigando a las Fuerzas Armadas, por la propuesta de eliminar 50% de las vacantes.

En tanto, su par Pablo Abdala aseguró que este Presupuesto ha sido el “peor” de los tres que el FA envió al Parlamento, y que Astori actuó más como político que como economista, haciendo un diagnóstico de la realidad “sincero”, pero “muy poco creíble en pronósticos”, sin poder explicar por qué el país tendrá un crecimiento de 2,5% del PIB en promedio en estos años.

Por su parte, los colorados criticaron duramente la ausencia de incrementos presupuestales para el Poder Judicial. Susana Montaner dijo que los “recortes” se hicieron en detrimento de este poder, lo que implica “dar pasos en una dirección que no es buena para la democracia”. Su par Ope Pasquet dijo que le llamó la atención que nadie en el oficialismo haya dicho que esta situación se corregiría en el futuro, y opinó que el Poder Judicial está en una “Siberia administrativa”.

En tanto, el oficialista Gonzalo Mujica sostuvo que es indudable que la política económica de los últimos diez años ha sido exitosa, y cuestionó a quienes se fijan únicamente en el déficit fiscal, que ha sido un “caballito permanente” de la oposición. “La pregunta debe ser si vale la pena gastar en lo que se gasta y qué le pasaría a la sociedad si se dejara de gastar en eso”.