Los trabajadores del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) se encuentran en conflicto desde hace semanas por la precariedad de los contratos de 50% de los trabajadores de planta, aunque han continuado con sus actividades. Según explicó a la diaria Williams Martínez, delegado de la base cultura de la Asociación de Trabajadores de Educación y Cultura (ATEC), desde hace un tiempo, la Dirección Nacional de Cultura (DNC) viene expandiendo sus actividades y sus funciones hacia la ciudadanía. La cuestión planteada por los trabajadores es que ese camino “de crecimiento y expansión se hizo, muchas veces, mediante contrataciones ilegales y precarias”. “Nosotros queremos políticas culturales activas y en territorio, pero también queremos trabajar con determinadas condiciones legales”, precisó.
El delegado contó que en la DNC hay distintas modalidades de contratación: “Hay personas que realizan tareas diarias y que tienen un contrato denominado ‘docente’. Ese contrato dice, por ejemplo, que dicta clases de informática, y la persona, en verdad, trabaja como técnico informático. Esto es posible porque el MEC cuenta con diversos departamentos con talleres en distintas partes del territorio”. Martínez explicó que en la administración anterior esas horas docentes “fueron utilizadas para contratar a más personal destinado a tareas no vinculadas con la docencia, y de este modo esas horas docentes pierden el objetivo para el que fueron destinadas”.
En cambio, los talleristas tienen un contrato artístico. Según Martínez, este tipo de contrato expresa que se realiza, por ejemplo, “un espectáculo de danza en determinado lugar, cuando en realidad esa persona está dando un taller de danza en una de las Usinas”. “El caso paradigmático es [Espacio Cultural] Urbano, donde todos los talleristas -que trabajan con personas de contexto vulnerable- cobran cada seis meses por un contrato artístico por el que no se realiza ningún tipo de aporte. Lo que es aun peor: el contrato artístico va en contra de la Ley del Artista”, explicó. Por otra parte, el tallerista tampoco puede hacer constar ese trabajo en su currículum, ya que si esa persona quiere postularse a un trabajo de similares características, “nadie le firmaría una constancia de que realizó ese taller”.
Martínez explicó que esto ocurre de manera sistemática y, lo que considera más grave, la mayor parte de esta precariedad recae en “mujeres del interior del país”, de manera que “se suman variables como género y territorio”.
¿Por qué aceptaron este contrato? Martínez considera que era la única posibilidad que tenían de trabajar en actividades que les interesaban, e incluso “muchos llegaron a concursar y se encontraron con esa situación”.
Asimismo, el delegado sostuvo que vienen manteniendo un diálogo abierto con la ministra María Julia Muñoz: “El problema no nace en esta administración, pero aún no se ha firmado ningún acuerdo o arreglo. Hay una necesidad de esperar al nuevo Presupuesto, pero no nos queda claro si tiene en cuenta estas cuestiones. La contradicción del contrato del artista -incluso cuando Sergio Mautone [director nacional de Cultura] fue uno de los motores de la Ley del Artista- se va a tener que solucionar”.
Martínez aseguró que la ministra reconoce la situación, pero los trabajadores quieren ver “su accionar” y que se comience a traducir “en hechos concretos la voluntad política de querer mejorar la situación”.
Por su parte, Mautone reconoció que la situación de los contratos es irregular: “No surgieron desde esta gestión, pero son modalidades contractuales que es necesario corregir. La voluntad política existe. Hay que tener en cuenta que éste es un proceso complejo, no va a ser sencillo ni inmediato, pero estamos dispuestos a transitarlo porque es necesario que los trabajadores cuenten con garantía y continuidad.” Agregó que una de las dificultades de la DNC es que no cuenta con ninguna estructura ni organigrama. “Funciona de hecho, no hay un diseño de funcionamiento, y los cargos también se ocupan de hecho. También queremos trabajar para conformar una estructura funcional”, sostuvo.