Hoy ingresará formalmente al Senado el proyecto de ley que busca capitalizar a ANCAP por un total de 622 millones de dólares. La iniciativa recibirá un tratamiento ágil, explicó la senadora oficialista Lucía Topolansky, que implicará una actividad maratónica de la cámara alta: el proyecto ingresará en una sesión extraordinaria de hoy, seguirá a la Comisión de Hacienda (que además sesionará con los integrantes de este mismo cuerpo en Diputados) y de tarde será aprobado por el Senado.

A pesar de que el Frente Amplio (FA) buscará que todo el proceso se haga de la forma más ágil posible, legisladores de todos los partidos son conscientes de que la discusión sobre la gestión de la empresa se va a colar en el debate. “Me voy preparado para una sesión larga”, ilustró el senador del Partido Independiente Pablo Mieres.

Aunque uno de los primeros en pedir la capitalización de la empresa fue el director de ANCAP por la oposición, el nacionalista Diego Labat, la iniciativa será aprobada sólo con los votos del FA. ¿Por qué? Porque tanto blancos como colorados e independientes entienden que la capitalización debió estar acompañada de un cambio de autoridades en el ente autónomo. Esta opinión también primó en el Frente Liber Seregni (FLS), liderado por el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, aunque el bloque acompañará el proyecto de ley.

Los dos principales líderes del nacionalismo, Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, adelantaron a la diaria que no acompañarán el proyecto de ley. “El Partido Nacional [PN] no debería dar los votos para levantar el receso y que ingrese la capitalización de ANCAP si antes no remueven [a las] autoridades”, escribió este último en Twitter. En filas herreristas se conjetura el mismo razonamiento. “Plata sin cambio de autoridades, gerencias y medidas de gestión es pan para hoy y hambre para mañana. Son parte del problema, no la solución”, dijo en esa misma red el senador nacionalista Álvaro Delgado, miembro denunciante de la comisión investigadora que funcionó hasta la semana pasada.

En el Partido Colorado (PC) la visión es la misma. El senador Pedro Bordaberry publicó una columna ayer en el medio digital El Telescopio en la que cuestiona que la capitalización no incorpore cambios en la gestión, en las inversiones y en las autoridades: “Eso es lo peor: les daremos el dinero pero no cambian el directorio de ANCAP. No cambian a los gerentes. No cierran los negocios que les están dando pérdidas como el cemento, la cal o los biocombustibles”. El senador comparó el monto de la capitalización con la posible construcción de otras obras, como escuelas de tiempo completo: “Podríamos hacer un ambicioso plan de obras que dejara la ciudad de Montevideo a nueva. Fíjese que el intendente Daniel Martínez necesita 250 millones para su ambicioso plan para la ciudad y para [Edgardo] Novick alcanza con 90 millones. El 10%. Ojo, si se pudiera elegir, elegiría construir 450 escuelas de tiempo completo con ese dinero, o 200 liceos públicos de gestión comunitaria como el Jubilar, el Impulso o el Providencia”. Bordaberry hizo estos cálculos partiendo de la base de que la capitalización supone una cifra de 900 millones de dólares; además de la capitalización por 622 millones, ANCAP también recibirá un préstamo de la Corporación Andina de Fomento de 250 millones de dólares, lo que en total sumaría 872 millones.

También los senadores José Amorín (PC) y Mieres indicaron que no votarán la norma, con los mismos argumentos. Este último sostuvo que es una “tomadura de pelo” que el gobierno ponga 900 millones de dólares y “no toque a los responsables del desastre”, y que “tampoco haya ninguna propuesta de corrección de normas” de funcionamiento del ente.

Internamente

En tiendas oficialistas la tensión no se apacigua y ni siquiera la Navidad trajo un poco de paz. El dirigente del FLS Esteban Valenti arremetió ayer contra la lista 711, encabezada por Raúl Sendic. A título personal, escribió en Twitter: “Guardé silencio, pero la ofensiva de los ‘compañeros’ de la 711 ya me superó. Atacan ferozmente y no asumen nada”. Agregó que no se trata de una lucha interna, sino de una disputa “entre los que asumen sus responsabilidades y pagan y los que se han lavado las manos con nafta en ANCAP”.

Esta lectura sobre las responsabilidades de lo que pasó en el ente no es compartida por el sector de Sendic, Compromiso Frenteamplista. El senador Marcos Otheguy, quien presidió la comisión investigadora sobre la gestión del ente, dijo a la diaria el viernes que la capitalización supone que el Estado asuma las pérdidas que la empresa tuvo en los últimos años, producto de que ésta no pudo transferir a los precios el aumento de sus costos. La responsabilidad de esa decisión le correspondió al ex ministro de Economía y Finanzas Fernando Lorenzo, agregó el sábado en una entrevista con El País. Según Otheguy, la capitalización supone que el gobierno se haga cargo de los perjuicios que le generó a ANCAP: “Era lógico que el Estado en algún momento asumiera eso y buscara recomponer el patrimonio de la empresa”.

En medio de esta discusión frentista, Topolansky sostuvo que actualmente “no es momento de remover a nadie”. “En una empresa de esta complejidad, con 16 subsidiarias, no podés sacar todo así no más, porque se puede generar un terremoto”, advirtió la legisladora, que dijo que se trata de un “proceso”. También contestó a las críticas de que no existen cambios adicionales en la capitalización, y recordó que se nombrará a un gerente general y un gerente financiero. “Cuando estén afianzados sí podés empezar a plantearte si hay que mover a la dirección o no”. Las inversiones que hizo la empresa fueron “necesarias” para Topolansky. La senadora consideró que respecto de las empresas públicas “hay dos posturas: o las tomás como motores de la economía o las utilizás para obtener una renta para rentas generales”. Estas dos visiones, dijo, “en cierta medida están” dentro del FA, “pero prima la primera”.