Tal vez con cierto complejo de culpa por haber hegemonizado bajo su sombra todo el mundo del cine (prensa, salas, público) durante las últimas semanas con Star Wars: el despertar de la fuerza, la compañía Disney decidió utilizar la nueva popularidad de los más recientes protagonistas de la saga galáctica para lanzar finalmente en el mercado estadounidense un clásico animado japonés del que posee los derechos y por cuyo estreno había esperado con paciencia oriental un cuarto de siglo.

Only Yesterday (Isao Takahata, 1991) fue uno de los mayores éxitos del legendario Estudio Ghibli en Japón, pero, a diferencia de las grandes películas de Hayao Miyazaki (Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro), no tuvo una gran difusión fuera del país asiático, en parte por lo sutil de su temática y en parte porque Disney jamás emprendió la tarea de hacerle un doblaje. El público estadounidense -especialmente el joven- no está acostumbrado a ver películas subtituladas, por lo que los clásicos animados japoneses sólo han sido distribuidos en el mercado de Estados Unidos cuando sus parlamentos son doblados, generalmente por actores famosos del momento (y generalmente, también, con notorios cambios de los diálogos originales, rara vez para mejor). Es así que utilizar las voces de Daisy Ridley y Ashley Eckstein para doblar a los personajes femeninos de Only Yesterday fue considerado un recurso ideal para atraer a los jóvenes a ver esta maravilla encajonada desde hace demasiado tiempo. Tanto Ridley como Eckstein están directamente ligadas con el universo de Star Wars, ya que la primera interpretó a la protagonista Rey en la última entrega y la segunda era quien prestaba su voz a Ahsoka Tano, personaje central de la serie animada Star Wars: The Clone Wars.

De cualquier forma, poco hay de guerras estelares en Only Yesterday, un delicado drama romántico de Isao Takahata -el principal nombre de Estudio Ghibli luego de Miyazaki-, con el que ese director intentó con éxito apartarse de la imagen algo oscura que le había dado su film anterior, la excelente pero desoladora La tumba de las luciérnagas (1988).