El Fondo Capital, el proyecto insignia de la administración del intendente de Montevideo, Daniel Martínez, no logró los votos necesarios para ser aprobado en la Junta Departamental capitalina. El texto no llegó a votarse, luego de que ayer la bancada frenteamplista se diera cuenta de que no contaba con los votos suficientes dentro del Partido de la Concertación para aprobar la iniciativa.

En un principio el Frente Amplio (FA) daba por sentado que tendría los votos de los colorados Luis Chirico y Gastón Arias, y apostaba a conseguir la aprobación de otro colorado, Alfonso Iglesias. Sin embargo, en el devenir de la sesión el panorama cambió. Una serie de contactos entre las bancadas durante algunos cuartos intermedios permitieron visualizar que la postura de Arias cambiaría. El joven edil, miembro de la lista 1551, orientada por Chirico, nunca se había expresado sobre el Fondo Capital, y durante toda la sesión de ayer pasó entrando y saliendo del despacho del edil nacionalista Diego Rodríguez. “Arias no vota”, dijo el coordinador de la bancada de la Concertación que responde a Novick, Marcos Laens, en uno de los tantos cuartos intermedios que pidió la bancada del FA durante la sesión. Este edil caminaba de un lado a otro por los pasillos de la Junta Departamental, escoltado por legisladores departamentales de la Concertación. La tensión se respiraba en el ambiente, al punto que un hombre llegó a “pechar” a Arias durante sus tímidas andanzas por el subsuelo de la Junta. “Le dijimos al presidente de la Cámara que hay gente que no tiene nada que ver con esta votación”, se quejó el nacionalista Javier Barrios.

Al constatar que no contaba con los votos necesarios, el FA comenzó a extender los cuartos intermedios en búsqueda de un acuerdo, al punto de que los últimos dos pasaron a ser de media hora. “No quieren que salga la noticia en la edición central de los informativos”, decían desde el Partido de la Concertación. Finalmente, el oficialismo decidió, con sus votos, enviar el texto nuevamente a la Comisión de Legislación y Apelaciones, donde había sido estudiado el proyecto.

Serrat y las galletitas

Ante tanta incertidumbre, la discusión del proyecto no se prolongó demasiado, pero no faltaron los condimentos. “Hemos hecho cambios a pedido de los ediles de la Concertación”, dijo la edila socialista Delia Rodríguez, quien ofició como miembro informante del proyecto. Las obras de éste, sostuvo, comprenden todos los municipios sin distinción alguna, y comprometen sólo 5% de la recaudación de la Intendecia de Montevideo (IM) para el repago. Luego, argumentó que Montevideo construyó sus grandes obras por medio de préstamos y aseguró que otras cuatro intendencias (de gobiernos nacionalistas: Florida, Lavalleja, Colonia y Maldonado) también están optando por fideicomisos. La edila finalizó citando a Joan Manuel Serrat: “Todo está listo: el agua, el sol y el barro, pero si falta usted no habrá milagro”.

La respuesta vino por parte de Laens. Aseguró que la IM se endeudaría por un mínimo de 460 millones de dólares por medio del fondo, de los que la mitad corresponderían a intereses. La capacidad de repago, aseguró, no existe, dada la deuda acumulada de 500 millones de dólares, y que se está contando como activo unos 665 millones de dólares que responden a convenios con morosos, de los cuales la mayoría son morosidades anteriores a 2010, o sea, “incobrables”. “No queda otra que pensar que van a tener que subir los impuestos o bajar los costos operativos para hacer frente a esto”, agregó, advirtiendo además que se entrará en una “rosca de préstamos” que a largo plazo es inviable. Luego, dijo que las obras no aportan soluciones a las funciones básicas de la IM (“alumbrado, basura y tránsito”) y aseguró que su bancada presentará un pedido de inconstitucionalidad si el fondo es aprobado, dado que las obras deberían haber sido incluidas en el Presupuesto Quinquenal.

El edil Claudio Visillac (Asamblea Uruguay) negó que se trate de un “cheque en blanco” y dijo que las obras del fondo trascienden varias generaciones, significarán un impulso para toda la periferia de Montevideo y le cambiarán la cara a la ciudad. “El que no vote, que sepa que le está poniendo un obstáculo a 5.000 puestos de trabajo directos”, aseguró. Luego, su par nacionalista Diego Rodríguez se quejó de que el proyecto del Parque Lecoq contaba inicialmente con 19 millones de dólares pero luego se bajó a 14. “Como si los recursos de todos los montevideanos fueran galletitas”, comentó.