El gobierno de Malasia, puesto de ejemplo últimamente como modelo de país islámico y a la vez tolerante, ha decidido prohibir la exhibición de la versión cinematográfica de 50 sombras de Grey, adaptación de la novela erótica que se convirtió en inesperado best-seller en el mundo entero. Según Datuk Abdul Halim Abdul Hamid, jefe de los censores malayos, el film -que narra una relación sadomasoquista- es “sádico” y es más “pornografía que una película”, por lo que terminó definitivamente con las posibilidades de exhibición del film en tierra malaya, donde todas las películas deben pasar por la aprobación de un comité moral, aunque éste suele, más bien, cortar los films y no vetar su exhibición total. Así, Malasia se convierte en la primera (pero seguramente no la última) nación que prohibe la película, posiblemente salvando del aburrimiento y la melosidad más o menos sexual a varios miles de sus habitantes. La película tiene anunciado su estreno mundial para mediados de la próxima semana.