José Mujica abandona el domingo la Torre Ejecutiva, pero pasará a ser senador y encabezará la bancada sectorial más grande del partido más votado. Dejará de ser “el presidente de todos” para pasar a ser legislador del Movimiento de Participación Popular (MPP). Pero eso será en términos formales, que no son los que explota habitualmente Mujica. Ya anunció que va a participar en la campaña electoral de las elecciones departamentales, fundamentalmente fuera de la capital. La manera que tendrá de ayudar a los candidatos del Frente Amplio (FA) será “trillar” las barriadas y pueblos del interior dialogando con la gente, como es su estilo.
Pero además Mujica no podrá despegarse de su protagonismo internacional. En entrevista con Búsqueda contó que “los principales jerarcas” de Conaprole lo fueron a visitar para pedirle que los acompañe a China “para abrirles puertas” en ese país. “Logré que Uruguay exista”, expresó el mandatario, que durante el fin de semana recibirá al ex rey de España, Juan Carlos de Borbón, en su chacra de Rincón del Cerro, por pedido expreso del monarca. Seguramente sus periplos por el mundo van a continuar, incluso con más frecuencia que durante su mandato, y su capacidad de atraer a periodistas a nivel planetario permanecerá intacta.
Además, el cineasta serbio Emir Kusturica todavía no terminó de filmar la película sobre el presidente que está rodando desde hace tiempo, y es probable que su estreno vuelva a poner a Mujica en las carteleras del mundo. El círculo perfecto para dejar al presidente saliente en un lugar aun más privilegiado se cierra con un eventual triunfo de su esposa, la senadora Lucía Topolansky, en las elecciones departamentales capitalinas. Mujica pasaría a convivir con la intendenta de Montevideo. Y podría llegar también a tener una línea directa, por su estrecho vínculo, con el eventual secretario general de la Organización de Estados Americanos, el actual canciller de Uruguay, Luis Almagro.
La llave del Parlamento
A diferencia de Tabaré Vázquez, que pasó varios años sin actividad política después de su primer mandato, Mujica anunció que estará trabajando en el Parlamento desde el 2 de marzo. Imaginar cómo tomarán los demás senadores una iniciativa legislativa de Mujica resulta un desafío, incluyendo a la oposición. Ayer ya anunció algunas iniciativas que propondrá cuando se esté discutiendo el presupuesto. Mujica ya tiene un despacho en el Palacio Legislativo y, a diferencia de otros, no ocupó el de los ex presidentes, el más amplio y cómodo, que era utilizado por el ex senador nacionalista Luis Alberto Lacalle y quedó, por acuerdo, para su hijo, el senador Luis Lacalle Pou. Mujica ocupará el que tenía asignado el ex senador y futuro ministro de Relaciones Exteriores Rodolfo Nin Novoa. Los suplentes del mandatario son el ex presidente del Instituto Nacional de Colonización, Andrés Berterreche, y la presidenta de la Departamental del FA de Rocha, Sandra Lazo.
Mujica tendrá el liderazgo de la bancada del MPP, la más numerosa del FA, con seis senadores, y, por lo tanto, imprescindible para que cualquier iniciativa legislativa prospere. Pero también el presidente saliente tiene una excelente relación con otros senadores y diputados, sobre los cuales extiende su manto de influencias. E incluso ha construido una estrecha relación política con varios ex intendentes departamentales nacionalistas que hoy están en el Parlamento, conseguida sobre la base de su visión del interior del país y de la atención que le puso al Congreso de Intendentes durante su mandato. Por lo tanto, Mujica se puede convertir en un articulador político de primer nivel que tenga en la mano la llave para conseguir consensos legislativos inéditos. Al asumir como diputado, el ex intendente de Río Negro Omar Lafluf se preguntó por qué no se podía trabajar en el Parlamento como lo hicieron en el Congreso de Intendentes, y manifestó su disposición a construir en el ámbito legislativo ese modelo de gestión basado en la búsqueda de acuerdos.
Teléfono rojo
A Uruguay en el exterior ya no lo conocen sólo por el éxito de los jugadores de fútbol. El “fenómeno Mujica” y todo lo que lo rodea, como la regulación de la marihuana, ha trascendido tanto que nunca antes el mundo había estado tan atento a lo que sucede en este país. Pero además de la imagen, Mujica ha tenido la oportunidad de construir relaciones políticas con muchos mandatarios, sobre todo latinoamericanos.
El sociólogo Agustín Canzani, director de la Fundación Liber Seregni del FA, opinó que en el Parlamento Mujica “va a ser un articulador político de primera línea”. “Es un desafío para él, para el FA y para el Poder Ejecutivo, porque no es habitual que estando en el gobierno un partido, quien fue presidente vuelva al Poder Legislativo”, agregó. Para Canzani, esta situación “en principio es favorable para el Poder Ejecutivo”, y desestimó que pueda volverse difícil cuando Mujica no esté de acuerdo con alguna iniciativa de Vázquez.
Uno de los temas que pueden llegar a ser complicados es que Vázquez pretende que el Poder Ejecutivo pueda hacer particiones del Fondo de Desarrollo (Fondes) para apoyar a distintas agencias gubernamentales coordinadas por el Gabinete de Competitividad, como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, el Instituto Nacional de Cooperativismo y la Agencia de Desarrollo Económico (pequeñas y medianas empresas). En cambio Mujica, que impulsó el fondo, ha dicho reiteradamente que el objetivo es financiar emprendimientos autogestionados por los trabajadores.
Otro punto de fricción puede llegar a ser el proyectado pasaje del Plan Juntos a la órbita del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). Mujica expresó la semana pasada su preocupación por la posibilidad de que esto implique una “burocratización” del plan. “Sigan peleando y no dejen que esto se abandone”, dijo el presidente en la visita a uno de los barrios del Plan Juntos.
Pero para Canzani, el FA tiene una tradición de negociación política y este tipo de diferencia “no es algo novedoso”. “En Uruguay la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo está fuertemente marcada por las iniciativas del primero, y en general el FA siempre tiene un espacio de negociación política. A veces es en el Parlamento, a veces en los ámbitos organizativos, y también en el propio Poder Ejecutivo”, explicó. El sociólogo dijo que Mujica también “es una persona que puede llegar a consolidar agenda política”, y en el campo internacional “hay un valor que tiene su figura que puede llegar a ser aprovechado por Uruguay en distintos ámbitos globales”. “El desafío es que esté en consonancia con la línea política del gobierno”, añadió.
Finalmente, Canzani hizo hincapié en la participación de Mujica en la campaña electoral hacia el 10 de mayo. “El FA ha tenido dos personajes que han ayudado a romper fronteras electorales. Vázquez desde que ganó la Intendencia de Montevideo en 1990 amplió el electorado, y posteriormente Mujica lo amplió y lo diversificó. En los últimos 20 años estos dos liderazgos han tenido un rol muy importante, fundamentalmente en este ciclo electoral”, concluyó.