“Era domingo y el parto había sido normal, salvo por un detalle, el bebé resultó negro y canalla”, escribía en su autobiografía el Negro Roberto Fontanarrosa. A partir de una buena iniciativa, esa fecha se pasó a celebrar, además de su natalicio, el Día Nacional del Humorista en la vecina orilla. “Me parece un lindo homenaje al Negro, y excelente que se haya elegido su cumpleaños y no el día de su muerte”, dijo a Télam el fundador de Ediciones de la Flor, Daniel Divinsky, amigo y editor del creador de Boogie, el Aceitoso.
La idea del proyecto surgió del grupo de humoristas del colectivo La Causa Gracia, quienes se identificaban con la figura del Negro, ya que a lo largo de su larga trayectoria no sólo transitó por el humor gráfico y literario, sino también por la inspiración de piezas teatrales y producciones audiovisuales. La ley, además de reconocer la fecha, obliga a “adoptar las medidas necesarias a fin de implementar actividades específicas” para celebrarla.
De este modo, la fecha del 26 de noviembre volverá a recordar a uno de los mejores narradores argentinos, creador de personajes como el épico pampeano Inodoro Pereyra o el sicario Boogie, además de escribir libros de cuentos como El mundo ha vivido equivocado y Área 18. Las tramas barriales, el fútbol y Rosario Central -su cuadro- son algunas cuestiones de un mundo que se ha vuelto universal. De sus personajes inmortales se puede recordar al viejo Casale; la Eulogia (la protagonista del ya célebre dicho “yo no quiero ser irrespetuoso, Eulogia, pero lo que ha hecho Tata Dios con usté es abuso de autoridá”) y Mendieta; los innumerables roles que les asigna a sus amigos, a quienes bautizó “los galanes”; y al que tal vez fuera su personaje más notorio: el fútbol, al que situó en un lugar de la literatura argentina que hasta entonces le había sido negado.