El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó en la noche del miércoles y partió hacia La Paz anoche, a las 22.00. En su lugar, el domingo asistirá a la ceremonia en la que Tabaré Vázquez asumirá la presidencia el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera. Vázquez, siendo presidente en 2006, no viajó al acto en el que Morales asumía por primera vez la presidencia de Bolivia.

La de Morales fue la última visita oficial que recibió José Mujica durante su mandato. Ambos mandatarios tuvieron una reunión sobre el mediodía, en la que firmaron acuerdos sobre derechos humanos y discriminación racial, transporte, tratamiento de agua potable e investigación en minería. En la reunión hablaron sobre el puerto de aguas profundas que Mujica pretende construir en la costa uruguaya, y en el que ofreció que Bolivia tenga un espacio propio. Los presidentes, según un comunicado conjunto, acordaron realizar la primera reunión de la Comisión de Alto Nivel “a la brevedad posible, con el fin de definir y considerar las condiciones de participación de Bolivia” en el puerto. “Estamos contentos y valoramos la solidaridad de Uruguay para que podamos contar con una salida al océano Atlántico”, le dijo Morales a Mujica, a quien consideró un “hermano, amigo y padre” a nivel político. En conferencia de prensa, después de la reunión, el uruguayo le devolvió los halagos: si la legitimidad se expresara con “tanto por ciento de votos, Evo sería el presidente más legítimo de nuestra América”, dijo, y saludó que Bolivia es el único país del continente que tiene reservas económicas por encima de 50% de su Producto Interno Bruto.

De mañana, Morales fue condecorado con la medalla de la Asociación Latinoamericana de Integración. Allí se refirió a la situación en Venezuela: “No acepto ninguna conspiración de parte de Estados Unidos”, dijo, y propuso que Uruguay sea sede de una cumbre de movimientos sociales. De tarde visitó junto a Mujica la planta de Envidrio, luego dio una charla ante un repleto Paraninfo de la Universidad de la República, junto al rector Roberto Markarian, y finalizó la jornada en la sede del PIT-CNT, ante cientos de dirigentes sindicales y de nuevo junto a Mujica. Morales contó que en determinado momento decidió dejar la lucha sindical y pasar a la electoral, aunque le decían “que no teníamos derecho a hacer política”. “No hay que buscar cargos, sino que el cargo nos tiene que buscar”, afirmó. Enfatizó que en Bolivia los más “olvidados eran los indígenas y las mujeres”, y saludó que haya aumentado la bancada femenina en el congreso. Repasó el proceso de nacionalización de los hidrocarburos y reivindicó la importancia de organismos como la Unión de Naciones Suramericanas. “Como sindicalistas también podemos gobernar mejor que los neoliberales”, aseguró, y pidió a los dirigentes sindicales que no levanten únicamente las “reivindicaciones sindicales, porque la liberación tiene que ser cultural, económica y política”.

Tanto Marcelo Abdala como Fernando Pereira, ambos coordinadores del PIT-CNT, aprovecharon para reconocer a Mujica al final de su mandato: “Ni una sola vez, por fuerte que fuera la diferencia, nos dejó de abrir su casa, su casa de gobierno, ni dejó de venir a la central sindical”, afirmó Pereira.