Lo esperaron en uno de los salones de clase improvisados que se montaron en el galpón más grande del predio que el ex presidente José Mujica donó a la Universidad del Trabajo (UTU), sobre Camino O’Higgins. En realidad, sólo la prensa y los docentes aguardaban a Mujica. Mientras esperaban la clase, los 60 niños de 12 y 13 años que ayer empezaron el ciclo básico tecnológico, modalidad agraria, en Rincón del Cerro, conversaban entre amigos; 50 de ellos concurrían en primaria a la misma escuela, la Nº 190, Australia, de Pajas Blancas. “Nos gusta el agro, trabajar la tierra, todo. Y además queda cerca de casa”, explicaban. Ni una mención al ex presidente. Ante la pregunta, sí, sabían que el predio había sido donado por él. “¿Viene Mujica?”, preguntó uno. La respuesta afirmativa generó un gesto de contrariedad. “Nos va a decir que somos unos abombados”, pronosticó. “Vamos a tomarnos unos mates con el Pepe y Lucía”, terció otro.

“Bienvenida generación 2015 Rincón del Cerro” era el saludo en cada uno de los pizarrones de los tres salones de clase que ayer se inauguraron. Son aulas prefabricadas provisorias; las definitivas se están construyendo en otro galpón del mismo predio, y se prevé que estén listas en 15 días. Además, se proyecta que haya un laboratorio y una biblioteca. “¡La gurisada, qué barbaro!”, fue el comentario del presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Wilson Netto, al irrumpir en el lugar. “Esto quedó precioso”, dijo el consejero del Codicen Javier Landoni al entrar. “El trabajo ideal de tus sueños existe, tú debes crearlo”, invitaban unos carteles impresos en computadora y pegados en las paredes.

Los niños que estudiarán frente a la vivienda de Mujica no tenían demasiadas opciones antes de esta inauguración, explicaban algunas madres. O estudiar en la UTU de Paso de la Arena -lejos del barrio, “en un ambiente que no es el mejor”- o viajar hasta Libertad, en San José, si la decisión era asistir a una escuela agraria del mismo tipo que la que se inauguró ayer. Según explicó el director general del Consejo de Educación Ténico Profesional-UTU, Eduardo Davyt, la institución hizo un estudio previo para conocer las necesidades de la zona y saber qué tipo de enseñanza era la más adecuada, “aunque no hacen falta estudios para saber que tenía que ser una escuela agraria”, comentó. El ciclo básico agrario será de tiempo extendido y combinará la formación general con la enseñanza de la producción granjera. El predio fue donado por Mujica por intermedio de una fundación denominada Purificación; siguiendo con las referencias artiguistas, el ex presidente sugerirá que la nueva escuela se llame José Manuel Pérez Castellano, por un sacerdote y político que escribió sobre agricultura en la Banda Oriental, hace 200 años.

Antes de la llegada de Mujica, el cineasta serbio Emir Kusturica daba instrucciones a su equipo, sobre todo respecto del que se proyectaba que sería el momento más difícil de la filmación: la entrada en escena de la murga Agarrate Catalina. El equipo de Kusturica llegó a Uruguay para filmar la transmisión de mando y está haciendo las tomas finales de la película El último héroe, centrada en la figura de Mujica.

A las 10.00 llegó el ex presidente, de traje y lentes negros. “Hace como 29 años que estamos en esta zona. La gente sigue teniendo la costumbre de comer verdura y fruta. Veo en los campos a muchísimos veteranos y poca gente joven. Si seguimos así, vamos a comer ensalada china en bolsita”, comentó Mujica. Confesó que se sentía “orgulloso”. “Yo y mi patrona nos dedicamos a cambiar el mundo, y se nos fue el tiempo de tener hijos. Estamos cerca del hoyo y tenemos que ver qué dejamos”, continuó. Y explicó la elección: “Acá en la vuelta está el eje de la producción de verdura fresca”.

Mujica insistió en la importancia de la solidaridad. Dijo que un docente de horticultura jubilado “quiere dar una mano” en los cursos, y que el campo de diez hectáreas donde se realizarán las prácticas fue donado por un amigo suyo para la escuela, igual que la campana con la que inauguró los salones. La empresa Calpusa se encarga de los trabajos de construcción en el galpón del fondo, sin cobrar, “otros pusieron material, un carpintero donó herramientas”. “Yo sé que ninguna de estas cosas transforma el mundo, pero se precisan miles de estas cosas para que el mundo cambie”, afirmó el ex presidente.

Mujica les regaló a los niños una bandera de Uruguay, y ellos le regalaron un posamate para el auto, envuelto en una bolsa de papel que al ex presidente le costó abrir. “Rompé, Pepe”, sugirió un asistente. “Es que de pronto se puede usar la bolsa”, se justificó Mujica.

Los niños observaron sentados en el piso la actuación de la murga Agarrate Catalina, mientras Mujica aplaudía junto a los presentes e incluso instaba a los alumnos a hacer lo mismo. “Stay on him”, le pedía Kusturica a uno de sus camarógrafos, insistiendo en que mantuviera en el cuadro a Mujica, que cantó la tercera canción -“A Don José”- a capela con la murga. Más tarde se sumó Mario Carrero. La escena emocionó a Netto, que no disimulaba los ojos llorosos.

Tras hablar con la prensa y saludar a la gente, Mujica se puso a conversar con los murguistas. “Lindo campo para plantar marihuana”, le sugirió uno. “Ya se plantaron acelgas, en un tiempo van a crecer. Las pascualinas que va a haber”, le dijo el ex presidente. “Los gurises precisan salir a ganarse unos mangos pronto”, insistió. Ya más libre de cámaras y besos, fue rumbeando a su chacra, donde lo interceptó Kusturica. “My president Pepe”, lo saludó el cineasta. “¿Salió?”, le preguntó Mujica. “Yes, very good”.