“Cualquier gestión distinta a ésta va a ser ‘por la positiva’, porque ésta es totalmente negativa”, dijo ayer Luis Lacalle Pou, senador y ex candidato a la presidencia del Partido Nacional (PN), a la entrada del Cine Metro, donde se desarrollaba el lanzamiento de la campaña de Álvaro Garcé, candidato blanco a la Intendencia de Montevideo (IM) por el Partido de la Concertación (PdlC).

El futuro

El senador Jorge Larrañaga le transmitió ayer al vicepresidente de la República, Raúl Sendic, la necesidad de crear una “Comisión de Futuro”. Según dijo, se trataría de un grupo integrado por senadores y diputados para pensar el “futuro en varias áreas de la vida nacional”, algo que se hace, aseguró, en “Finlandia, Chile y otros países”. Esta comisión estudiaría las políticas a largo plazo en temas como energía, salud, geopolítica, relaciones internacionales e infraestructura, explicó. Larrañaga fue acompañado por el diputado sanducero Nicolás Olivera. Juntos le manifestaron a Sendic la intención de ambos legisladores de que en setiembre, en el marco de los 200 años de la instalación del Cuartel General de Purificación, la Asamblea General sesione en la Meseta de Artigas, en Paysandú. Según dijo Olivera a la diaria, también se le extendió la invitación al Consejo de Ministros, que sesionará cada dos meses en el interior del país.

El discurso que el nacionalismo exhibió ayer apuntó a que Lucía Topolansky y Daniel Martínez, dos de los candidatos frenteamplistas a la comuna capitalina, son igualmente responsables del “fracaso” en la conducción de la IM. “Ha fracasado con total éxito”, opinó el senador nacionalista. Durante su discurso, Garcé dijo que los sectores que respaldan a Martínez sumaron 15 años al frente de la IM (primero el Partido Socialista con Tabaré Vázquez y luego con la Vertiente Artiguista Mariano Arana), mientras que los que apoyan a Topolansky continuaron en los diez siguientes (el Movimiento de Participación Popular con Ricardo Ehrlich y el Partido Comunista con Ana Olivera).

El lema escogido por el candidato es directo y parece estar a tono con los dichos de Lacalle Pou: “Cambiemos todo”. En el nacionalismo tienen la certeza, tal como marcan las encuestas, de que Garcé es, dentro del PdlC, quien tiene más posibilidades de derrocar al Frente Amplio (FA), pero al igual que pasó con el balotaje, también hay conciencia de que la debilidad que ha exhibido el Partido Colorado hipoteca seriamente las posibilidades de la coalición. Ayer Garcé se refirió a las encuestas como “mediciones curiosas con resultados contradictorios”. En su opinión, la “mejor medición” es “cuando llegás al barrio y la gente te recibe en la cuadra y te abre las puertas de su casa”. Por su parte, Lacalle Pou dijo: “Hay cuestiones que no manejamos y son exógenas a nuestra candidatura. El libreto lo hubiéramos escrito de manera distinta, pero hay que adecuarse a las situaciones”.

El show de Álvaro

El más aplaudido en las butacas del teatro Metro fue Lacalle Pou, aunque uno de los dirigentes más reconocidos por el público resulto ser, paradójicamente, Daniel Martínez, no el candidato frenteamplista, sino el edil de la lista 71. En tres oportunidades se escuchó a un sector del público que coreaba el nombre del curul. La última ocurrió en pleno discurso de Garcé, y Martínez indicó a sus seguidores que cortaran con los cánticos emulando, discretamente, una tijera con sus dedos.

El ex comisionado parlamentario fue el único orador de la noche. Dijo que es necesario definir “quién manda en la Intendencia” y contó que recorrió las áreas de la comuna que tienen “mayor trato con el público”: “Funcionarios y hasta directores nos pedían autoridad: quieren que exista control, quieren respaldo”. Luego anunció una auditoría a fondo “a partir del primer día”, y prometió “no más impuestos”, ya que lo que se necesita es “gastar y gestionar mejor”, así como bajar los gastos de funcionamiento y “abrirle el juego al sector privado”.

Invitó a imaginar una ciudad “limpia, sin basurales, con paradas de ómnibus que te dicen a qué hora pasará la próxima línea [...] en donde podemos bajarnos sin miedo a ser rapiñados [...] en donde se eliminó el ‘trancador’ Garzón, ya no hay más carritos tirados por caballos, porque los sacamos, y que Villa Dolores no es villa sufrimiento, sino un parque de preservación para especies autóctonas”. “La realidad es bastante más dura que todo eso”, puntualizó, antes de sacar un boniato de su bolsillo y decir, en referencia a las palabras del senador José Mujica: “¿Cuál es el boniato? El boniato es la gestión de un cuarto de siglo de una intendencia que no ha resuelto los problemas de la gente”.