Mañana se reunirá por primera vez el grupo de trabajo creado por Tabaré Vázquez con el objetivo de disminuir el consumo de alcohol. Varios de sus integrantes coinciden en que hay algunos puntos, como la prohibición de tomar alcohol en la calle y de venderlo en estaciones de servicio, que pueden generar algunos conflictos. Desde el Poder Ejecutivo pidieron a los actores involucrados “que no se adelanten”, ya que “la propuesta del gobierno aún no está definida. Primero hay que ver cómo están las finanzas estatales y qué capacidad tenemos para afrontar juicios de las multinacionales de la bebida. Si tenemos plata, vamos a prohibir las dos cosas. Pero si vemos que andamos medio cortos y no podemos perder más de 1.000 millones de dólares, vamos a elegir una sola”. De todas maneras, el presidente Vázquez reafirmó que piensa combatir “enérgicamente” el consumo de alcohol, ya que “es la causa de muchos males”. “Tómese el caso de la violencia doméstica, por ejemplo. La causa principal de este terrible problema es que los hombres toman vino y les pegan a sus mujeres. Si logramos disminuir el consumo de alcohol, vamos a tener una sociedad mucho menos machista y más segura para las mujeres”.

Desde la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida están siguiendo el tema “con mucha atención”. Richard Read, presidente del sindicato, aseguró que si bien “el tema del consumo abusivo nos preocupa, también tenemos que defender las fuentes de trabajo de los trabajadores. De hecho, somos capaces de establecer alianzas con las grandes multinacionales para causar enfermedades en los seres humanos pobres y ricos para lograrlo”. El sindicalista también explicó que la estrategia de “apoyo crítico” al gobierno podría “sufrir un leve viraje” si las negociaciones por este tema “se complican”. “Nosotros defendemos los logros obtenidos por la izquierda. Pero eventualmente podemos darnos cuenta de que en realidad son cipayos de la oligarquía y el imperio, y comencemos a asistir a los actos paralelos del primero de mayo”.