Hace seis años que el Espacio Cultural Urbano -de la Dirección Nacional de Cultura- se plantea democratizar la cultura organizando distintas actividades y talleres semanales, vinculados a la literatura, el cine, la danza y la música. Si bien está dirigido a personas en situación de calle, a los talleres se suman vecinos y, en general, personas interesadas en las propuestas artísticas.

En 2014 Urbano organizó un extenso ciclo de lecturas junto con la Mediateca Idea Vilariño, en el que participaban en conjunto integrantes de los talleres y poetas. Esta vez la propuesta continúa esa iniciativa, pero el punto de encuentro se traslada a los museos: el jueves 21 de mayo se inicia el ciclo Urbano en los museos, centrado en exhibir la producción artística de los usuarios de Urbano en distintos museos de la ciudad, con la participación de diversos músicos (el 21, en el Museo de las Migraciones actuarán Ernesto Díaz y Fabián Severo; el 25 de junio se presentará Alberto Mandrake Wolf en el Museo del Carnaval; el 30 de julio Buceo Invisible actuará en el Museo de Arte Precolombino e Indígena; el 27 de agosto el Museo Figari contará con la actuación de Fernando Cabrera; el 24 de setiembre Ana Prada se presentará en el Museo de Artes Decorativas; y en la última fecha, el 29 de octubre, Milongas Extremas estará en Espacio de Arte Contemporáneo).

Andrés Alba, gestor cultural de Urbano, dijo a la diaria que este ciclo surgió desde el propio proyecto del centro, que se propone generar las condiciones para que los usuarios, en su mayoría personas en situación de calle, puedan hacer “ejercicio de sus derechos culturales”. “Éste es el leit motiv del centro”, definió. Alba plantea que en Urbano se trabaja esta política desde lo cotidiano, a partir de los talleres artísticos -de danza, poesía y música-, pero también por medio de iniciativas particulares tanto de visibilidad como de acercamiento a lo que sería la cultura legitimada o institucionalizada. “Conjugando estas iniciativas surgió Urbano en los museos, que permite hacer visibles las producciones artísticas del centro: por un lado, se intervendrá un espacio consagrado culturalmente, el museo; por otro, esto será acompañado por artistas que aportan en esa búsqueda de visibilidad”.

Alba explicó que desde Urbano se contactaron con el Sistema Nacional de Museos porque les seducía la idea de intervenir esos espacios. Agregó que les interesaba que los integrantes de Urbano pudieran conocer tanto las exposiciones como “la trastienda”.

Este ciclo también contará con la visita de los usuarios de Urbano a los museos, donde participarán en distintos talleres, en un paso previo a la actuación. En coordinación con el Sistema Nacional de Museos, cada una de esas locaciones que serán intervenidas “abrirá una tarde sus puertas para mostrar los entretelones de una exposición, su modo de funcionamiento y lo que implica la curaduría. De este modo, existe una doble intervención previa a la participación junto a los artistas: por un lado, ir y crear desde el museo, inspirándose en esos espacios; por otro, conocer lo relacionado con las exposiciones y los asuntos laborales”.

Como en Urbano conviven distintos talleres con lenguajes propios, el objetivo es nutrirse de esa diversidad en las distintas presentaciones. El gestor cultural aclara que esto no implica que las seis presentaciones sean las mismas ni que participen las mismas personas, sino que a partir de las propuestas que vayan surgiendo en los talleres se irá forjando la construcción colectiva final. En cuanto a los artistas que acompañan la grilla, Alba contó que concretaron un primer acercamiento para que se interiorizaran con el funcionamiento de Urbano, pero además, antes de presentarse en los museos, contarán con una instancia en Urbano para conocer de primera mano la experiencia y poder trabajar junto con los talleristas. “El objetivo es que cada una de las instancias que se exhiban en el colectivo esté conformada por todos estos emergentes, lo trabajado en los museos y por cada uno de los talleristas, sumado a lo que se haya trabajado con los artistas visitantes”.

La selección de los músicos surgió a partir de las inquietudes del equipo y de los propios usuarios, como también del recorrido. “Cuando en el centro damos a conocer a distintos músicos o integrantes de la cultura, intentamos abarcar estilos musicales variados, basados en algo muy concreto: el lenguaje musical. Lo mismo sucedió con los museos, ya que son muchísimos los que integran el Sistema Nacional, y la selección correspondió a diversos criterios vinculados a disponibilidad, distancia y al espacio disponible”.

Alba recuerda que las distintas intervenciones que Urbano desarrolla fuera de su sede han ido mutando con el tiempo, y cree que en el caso de este ciclo sucederá lo mismo, ya que “en función de esta primera experiencia irá creciendo y adaptándose. Lo interesante de Urbano en los museos es el contacto que pudimos establecer con el Sistema Nacional de Museos, ya que cuenta con una serie de proyectos que implican el acercamiento de la ciudadanía a los museos, tanto en Montevideo como en el interior, lo que a nosotros también nos abre las puertas para poder pensar nuevos acercamientos”.

El poeta y músico Fabián Severo, que también participó en el ciclo de lecturas en Punto de Encuentro, contó que la idea principal de estas actividades es “apropiarse de ese lugar y resignificarlo, abriendo las puertas a un público que en general no visita o no conoce esos espacios, donde se puede aprender y convivir”. Severo considera que la idea es muy buena en lo que tiene que ver con la unión de los usuarios de Urbano, que en general se encuentran en situación de calle y alejados de la cultura. “Cuando nos planteamos democratizar la cultura, debemos dirigirnos a un público que no va a ir a Ronda de poetas ni a ver un espectáculo del Ballet Nacional del SODRE. En ese sentido creo que se puede generar una experiencia y un cruce muy interesantes”.