La guitarra bajo es tal vez el más discreto de los instrumentos habituales en una banda de rock y es raro que el encargado de las cuatro cuerdas sea la figura central de una banda. Sin embargo, Chris Squire se las arregló para ocupar una función para nada lateral en Yes, que con Rick Wakeman, Steve Howe y Bill Bruford era casi un dream team del rock progresivo-sinfónico de los 70, hasta el punto de que muchos consideraban al bajista el auténtico corazón de la banda.

Squire era uno de tantos jóvenes ingleses que decidieron tomar el bajo por influencia de Paul McCartney, pero de los que se dedicaron a explorar las capacidades melódicas y dinámicas del instrumento, más allá de su mera función como acompañamiento rítmico. Reconocido rápidamente como un virtuoso del bajo, Squire no pudo, sin embargo, sumarse al circuito de músicos de sesión, a causa de su tendencia a tocar muchas más notas de las que le exigían y a utilizar su bajo como un instrumento solista. Pero en 1968 conoció a un cantante, Jon Anderson, y en compañía de otros músicos interesados en el rock pero con formación clásica, se agruparon bajo el nombre de Yes, banda que se volvería la imagen misma de las ambiciones compositivas del rock progresivo y sus peores excesos.

Aunque nunca fue portavoz de la banda, Squire fue el responsable -junto con el guitarrista Steve Howe- de la mayor parte de la música que la banda generaría en su período de gloria, en los años 70. Su instrumento era el que frecuentemente se encargaba de las principales líneas melódicas y los riffs, mezclado muchas veces en el primer plano. Posiblemente Squire y su estilo nunca brillaron tanto como en el disco Fragile (1971), que lanzó al estrellato a la banda y en el que el bajo se lucía en el autohomenaje “The Fish (Schindleria Praematurus)”, una breve pieza que consiste más que nada en un poderoso solo de bajo encima de unos armónicos de guitarra y que, ampliado hasta alcanzar los diez minutos, se convertiría en uno de los principales mojones de la banda en vivo. Vale la pena señalar que Fish (pez) era además el apodo de Squire.

La banda acompañó el auge y la caída del rock sinfónico hasta 1980, cuando eran considerados por la generación crecida en el punk como el símbolo mismo de la autoindulgencia musical. Luego de una breve separación, Yes volvió a los escenarios en 1982, de la mano del que tal vez haya sido el mayor éxito popular de la historia del grupo: el simple “Owner of a Lonely Heart”, que los presentaba readaptados al sonido pos new wave (en este período la banda visitó Uruguay, en un recordado concierto en el Campus de Maldonado, en 1985). Las siguientes décadas los verían unirse y separarse numerosas veces, hasta que se generó un cisma al parecer irreparable entre los cofundadores de la banda Squire y Anderson.

En mayo de este año, Yes anunció que detendría sus giras y reveló que Squire sufría de leucemia y que se iba a someter a un tratamiento, pero apenas seis semanas después de que se hiciera público su diagnóstico se supo que el bajista había muerto a causa de esa enfermedad. Su muerte fue lamentada por admiradores y colegas que iban desde coetáneos progresivos como Steve Howe hasta jóvenes furiosos como Tom Morello. En todo caso, muchos repasaron en Youtube sus formidables interpretaciones de “The Fish”, con Squire siempre en el centro del escenario, nunca a un lado.