Una noticia que, paradójicamente, se tomó su tiempo: el domingo falleció el famosísimo villano de las películas Christopher Lee, debido a un problema respiratorio, pero su viuda retrasó la noticia hasta la mañana de ayer, al parecer porque primero quería avisar a todos sus familiares sin sobresaltos.

Al repasar la galería de personajes que Lee interpretó en más de 250 películas, y que comenzó en 1947 -con La extraña cita, de Terence Young- se podría comenzar por el papel que le dio la fama y que llegó a interpretar hasta en nueve oportunidades -entre 1958 y 1976-, Drácula, el vampiro más popular de la productora Hammer, que se volvió el más rentable y taquillero del siglo XX, junto a sus papeles de conde Dooku en la saga de Star Wars y de Saruman en El señor de los anillos, que fue uno de sus últimos personajes.

A mediados de la década del 70, cuando Roger Moore era el nuevo agente 007, suplantando a Sean Connery, Lee se sumó a la saga, en la película El hombre de la pistola de oro. En ese entonces, ya era uno de los rostros más conocidos de la pantalla, debido a películas como La momia, El perro de los Baskerville y Rasputín: el monje loco. Además, en esos años participó en trabajos como La vida privada de Sherlock Holmes y Los tres mosqueteros, y en una avalancha de películas de terror, comedias y series de televisión. En varias entrevistas recordaba: “Mi mejor actuación fue en Jinnah [1998], cuando interpreté a Muhammad Ali Jinnah, fundador de Pakistán. ¿Mi mejor película? El hombre de mimbre, de 1973”.

Cuando la carrera de Lee parecía ir cuesta abajo, tres nombres fueron responsables de su renacimiento cinematográfico: Tim Burton, George Lucas y Peter Jackson. Lucas lo convocó para la trilogía inicial de Star Wars, Burton lo llamó en cinco ocasiones -La leyenda del jinete sin cabeza, Charlie y la fábrica de chocolate, El cadáver de la novia, Alicia en el país de las maravillas y Sombras tenebrosas- y, para las nuevas generaciones, Lee es Saruman, personaje que Jackson le encomendó para El señor de los anillos y El hobbit. Entre sus últimos papeles, se destaca La invención de Hugo, de Martin Scorsese.

Pero Lee no se conformaba con ser el malo de la película, y también incursionó en el género musical. Colaboró en los tres últimos discos de la banda de power metal Rhapsody of Fire, y en 2006 grabó Revelaciones, un trabajo discográfico que incluía particulares versiones de clásicos como “My way”, de Frank Sinatra, y “Noche de paz”. Hace cuatro años fue más lejos y creó su propia banda, también de power metal, Christopher Lee Charlemagne, ganadora del premio Spirit of Metal, entregado por Tony Iommi, guitarrista de Black Sabbath. Las últimas imágenes que se pueden rastrear de Lee acompañan un concierto heavy, donde, como no podía ser de otro modo, seguía dando miedo.