La cantante y actriz francesa que encarnó al sensual personaje de Gradisca en Amarcord (1973), a Fanny en La dolce vita (1960) y a Viviane en Rififi (1955), y que interpretó el tema -prohibido en Francia durante décadas por su alto erotismo- “Fais-moi mal Johnny” (“Maltratame Johnny”), de Boris Vian, falleció ayer a los 83 años. Magali Noël trabajó con directores como Federico Fellini, Jean Renoir, Jules Dassin y, más recientemente, Costa-Gavras.

Luego del éxito de Rififi, una de las grandes obras del film noir, en la que invadía el escenario para cantar sus elogios a un criminal violento, esta actriz de origen turco pasó a imponerse en papeles temperamentales y fogosos, en distintas producciones de maestros franceses, como Las maniobras del amor (René Clair, 1955) y Elena y los hombres (Jean Renoir, 1956), película que la vinculó al cine italiano de Giorgio Simonelli. En los años 60 su fama alcanzó una nueva dimensión al convertirse en una de las actrices fetiche de Fellini, con quien trabajó, además de en La dolce vita y Amarcord (en la que interpretó a la mujer más inolvidable de la película), en Satiricón (1969). Ese mismo año protagonizó un trabajo muy recordado: Z, con la que Costa-Gavras obtuvo su Palma de Oro, y a partir de la que Noël fue convocada por cineastas como Chantal Akerman (Los cuentos de Ana, 1978) y Andrzej Zulawski (La fidelidad, 2000).

Su carrera de cantante se desarrolló en paralelo a la actuación. Debutó como cantante de cabaret en los años 50, época en la que Brigitte Bardot, Jeanne Moreau, Annie Girardot y ella eran los rostros femeninos del cine galo. Pero en su país Noël se volvió popular por su versión de “Maltratame, Johnny”, una composición que cantó por más de 30 años y que es considerada precursora del rock francés.

Con cerca de 80 películas en su filmografía, su último trabajo cinematográfico fue para el neoyorquino Jonathan Demme en La verdad sobre Charlie, una remake de Charada, la película de intriga y romanticismo dirigida por Stanley Donen, en la que una mujer, al regresar de sus vacaciones, se encontraba a su marido muerto y su cuenta del banco -como no podía ser de otra manera- vacía. Ahora, maltratada o no por Johnny, seguramente Noël haya preferido una película italiana costumbrista, en la que pueda seguir coqueteando con Gradisca y sus encantos.