En construcción

Los dos sectores con representación parlamentaria del Partido Colorado (PC) están remodelando su estructura. El senador de Vamos Uruguay (VU) y líder del PC Pedro Bordaberry lo había anunciado por Twitter: daría un paso “al costado” con la idea de que sus dirigentes fundaran agrupaciones a nivel nacional y de que el partido tuviera espacio para nuevos sectores. Hasta ahora no se ha oficializado la creación de otros sectores, pero sí ha habido rupturas con los existentes y reagrupaciones. El ex intendente, candidato a vicepresidente y senador electo Germán Coutinho, de VU, aseguró que esta semana los 33 candidatos a intendente colorados pondrán fecha a la evaluación de los resultados de las elecciones departamentales, y que sobre la base de ese análisis verán “cómo seguir”.

El primero en oficializar una ruptura interna fue el diputado Fernando Amado, que en noviembre se desvinculó de VU para fundar otra agrupación -que aún no presenta-, y criticó el liderazgo de Bordaberry y de los ex presidentes Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti. A Amado lo siguió la Lista 505, que llevó a Valentina Rapela a la Cámara de Diputados, que, según su secretario general, Guzmán Ifrán, se retiró de VU para fundar una agrupación nacional y, eventualmente, un sector. También se creó la agrupación nacional Somos, liderada por el convencional Nicolás Ortiz, que permanece en VU pero está abierta a otros colorados. El diputado Guillermo Facello, de la Agrupación Amigos de Óscar Magurno, también de VU, apoyó la candidatura del independiente Edgardo Novick en el Partido de la Concertación en las elecciones departamentales, y “no descarta” convertirse en su representante en el Parlamento.

Por otro lado, en el mismo brete está Batllistas de Ley. El acuerdo celebrado en 2012 entre Propuesta Batllista (que lideran el senador José Amorín Batlle y el ex intendente Tabaré Viera) y Uruguay es Posible (del dirigente Alberto Iglesias) parece llegar a su fin. Viera anunció su desvinculación del sector porque reconoció que “los liderazgos bajo los cuales está organizado el partido actualmente no bastan”. “Estamos estudiando la realidad del partido, y es necesario generar nuevos espacios. No creo que la solución sea dar un paso al costado: muy al contrario”, afirmó en relación con el anuncio de Bordaberry. Según explicó, todavía no sabe con exactitud quién lo acompañará, excepto el diputado Conrado Rodríguez. Según explicó Viera, su idea es formar alianzas, principalmente con líderes departamentales, ya que considera que “Rivera y el interior tienen un gran aporte para darle al partido y al país”. “Tenemos una fuerza electoral de trabajo que llevó a la reelección de Marne Osorio, tenemos experiencia política. La idea no es dictarle normas a nadie, pero tenemos un aporte para dar”, aseguró. Por otro lado, Iglesias, después de haber apoyado a Edgardo Novick, aún no ha definido a quién responde.

Por lo bajo

Repasemos. En 2004 el PC tuvo la peor votación de su historia a nivel nacional: un escuálido 10,36% representó el respaldo que tenía el partido que había gobernado el país, de forma ininterrumpida, hasta 1958. En 2009 todo indicaba que Pedro Bordaberry, que había fundado VU en 2007, había llegado para quedarse. Con su candidatura a la presidencia de la República, ese año levantó al PC y logró 7 puntos porcentuales más en las elecciones nacionales respecto de las anteriores. Pero no. En 2014, otra vez con Bordaberry a la cabeza, el PC bajó su caudal de votos: alcanzó, apenas, 12,09%. Tras la magra votación se sucedieron varios hechos que, sumados, dejaron al descubierto las profundas fracturas que tenía el partido, que se fueron acentuando en el correr de los siete meses entre las elecciones de octubre y las departamentales. El PC perdió una banca en el Senado (pasó de ocupar cinco a cuatro) y cuatro en Diputados (pasó de 17 a 13).

Además, en los meses previos a las elecciones de mayo, varios dirigentes abandonaron la chacra colorada y apoyaron a candidatos del Partido Nacional (PN), lo que generó una concertación implícita en algunos departamentos. Entre ellos está el diputado Daniel Bianchi: era el candidato natural del PC para Colonia, pero respaldó al senador Carlos Moreira (PN). A esa lista se suma el ex presidente Jorge Batlle: aunque pasó casi inadvertido, fue a San José y Rocha para acompañar a los líderes blancos durante la campaña. A los ya mencionados se añade Florida, donde el candidato a diputado José Pedro Delgado apoyó a Carlos Enciso.

La Comisión Asesora de Ética y Conducta Política del PC está estudiando estos y otros casos denunciados -en total son 17 denuncias presentadas- de dirigentes colorados por su accionar en las elecciones departamentales. Según publicó Búsqueda y corroboró la diaria, la recomendación de la comisión es de espíritu “conciliador”. “Nadie le va a arrancar la cabeza”, graficó un dirigente. Este miércoles presentará su recomendación ante el Comité Ejecutivo Nacional, que deberá someter la decisión a la Convención Nacional.

La concertación implícita también se dio al revés. En Rivera, el único bastión colorado, Marne Osorio, sumó 6.638 votos en comparación con 2010, y los blancos perdieron 3.623. En Salto pasó algo similar, pero no fue suficiente para que Coutinho retuviera la intendencia. El PC sumó 3.728 votos, y el PN perdió 4.712 si se tienen en cuenta las elecciones de 2010. En Maldonado se registró una situación particular, que algunos dirigentes colorados entienden que ayudó a la victoria del PN: el líder de VU, actual secretario general del PC y diputado Germán Cardoso retiró su candidatura a intendente, y en su lugar se presentaron el segundo suplente de Cardoso, Jorge Schusman, y el edil Eduardo Elinger.