El 6 de agosto de 1945, Keiji Nakazawa, pieza clave en la historia del manga, tenía seis años cuando vio que la madre de un compañero de clase se derretía -literalmente- ante sus ojos y la mitad de su familia moría aplastada bajo su propia casa. El avión B-29 del ejército estadounidense, Enola Gay, había lanzado sobre Hiroshima la primera bomba atómica de la historia, y Nakazawa sobrevivía, igual que su madre. Cuando ella murió, se animó a contar ese día terrible en un manga, que se convirtió en el gran monumento al pacifismo en Japón.

Así, en 1966 decidió plasmar en sus historias el terror y la destrucción que vivió su pueblo. Alcanzado por la lluvia negra fue el primero de los cinco mangas que realizó sobre el tema, pero la más conocida de esas obras es Hadashi no Gen, traducida como Pies descalzos, que hoy ya es un clásico japonés: sus ediciones han llegado a vender más de 7.000.000 de copias sin salir del país. Años después, fue adaptado a la pantalla grande a partir de un animé, en dos partes -en 1983 y 1988-, y llevado a una miniserie de televisión emitida por Fuji TV en 2007. Las bibliotecas escolares japonesas tenían copias del manga como material didáctico, y además el gobierno llegó a ofrecer copias en inglés a los representantes de los países que se incorporaban como nuevos miembros al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Antes de que se cumplan 70 años de la tragedia, la editorial DeBolsillo recupera en cuatro tomos Pies descalzos, cómic que el historietista y músico estadounidense Robert Crumb calificó como “uno de los mejores cómics de todos los tiempos”.