Este sábado comenzó la segunda edición de los premios Platino del cine iberoamericano, con siete nominaciones para Mr. Kaplan, del uruguayo Álvaro Brechner. Además, competían la cubana Conducta, de Ernesto Daranas, la española La isla mínima, de Alberto Rodríguez, la venezolana Pelo malo, de Mariana Rondón, y la comedia negra Relatos salvajes, del argentino Damián Szifron, que fue la gran vencedora de la noche. Luego de haber estado nominada al Oscar como mejor película extranjera y haber ganado el Goya a la mejor película iberoamericana, Relatos salvajes se impuso como mejor película iberoamericana, mejor dirección, interpretación femenina (Érica Rivas), guion (también de Szifron), música original (Gustavo Santaolalla), dirección de sonido (José Luis Díaz), dirección de montaje (Szifron y Pablo Barbieri) y dirección de arte (Clara Notari). De este modo, el largometraje de seis episodios que retrata las diversas formas de violencia social, y que se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia del cine argentino, conquistó el festival y consagró a su director, que aseguró sentirse muy realizado por todos los logros de la película: “Toda obra genuina siempre posee algo de universal, y creo que a todos los hombres nos une el ADN, compartimos deseos, temores y reacciones similares”, explicó Szifron en diálogo con la agencia Télam, en referencia a la exitosa trayectoria que su película inició el año pasado en Cannes.

Si bien Relatos salvajes acaparó más de la mitad de los premios, el de mejor actor fue para el español Óscar Jaenada, que interpretó a uno de los íconos del cine mexicano en Cantinflas, mientras que el largometraje policial español La isla mínima, de Alberto Rodríguez (que se llevó diez premios en los últimos Goya), ganó el galardón a la mejor fotografía. La producción brasileña de animación O menino e o mundo, de Alê Abreu, se impuso en su categoría, y el excelente documental de Wim Wenders, O sal da terra, que alterna los viajes y trabajos del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, fue distinguido en el rubro documental, mientras que la hispano-venezolana La distancia más larga fue elegida como mejor ópera prima.

“Buscamos romper con los tabúes de la distribución y poner al cine iberoamericano en el lugar que realmente merece en el mundo. Se trata de una industria que está más en forma que nunca y eso lo demuestran las 760 películas de habla hispana y portuguesa que se presentaron para la selección”, afirmó Imanol Arias en la apertura de la ceremonia, exponiendo algunos de los objetivos para los que fueron creados los premios Platino.