Imágenes en blanco y negro. Personas gritando. Clima festivo. “Vamo’ los Tiros, vamo”’, arenga un fan. Los miembros del grupo se reúnen en ronda antes de subir al escenario, alzan sus manos al grito de “¡15 años!” y nombran la parte más íntima de un ave que suele servir de mascota, como para enfatizar la cantidad de tiempo a la que se acaban de referir; parece que no pudieran creerlo. Así empieza 15, el DVD que registra los shows que realizó Once Tiros en Montevideo y Buenos Aires en 2013, para festejar sus tres lustros de actividad.

Se trata también del primer DVD en vivo del grupo, y pone fin a cuatro años de silencio discográfico. Imán, de 2011, fue el cuarto y hasta ahora último disco de estudio de Once Tiros, con el que terminaron de girar el timón del estilo, alejándose de un ska trompetero como el de los primeros discos de La Vela Puerca -de hecho, de la sección de vientos hoy sólo mantienen el saxofón- para explorar otros mares sonoros, con más presencia guitarrera. Y, justamente, el DVD comienza con dos canciones de Imán: “Tu postura” y “Batalla sin luz”, en las que se destaca la guitarra Fender Stratocaster -color cremita, como el de las heladeras de los años 50- de Bruno Andreu, que despliega varios piques con ribetes metaleros, pedal de distorsión mediante, utilizando técnicas como el tapping y el vibrato rápido.

La calidad del sonido es excelente; tiene muy buena definición -casi de estudio- y un justo balance de planos en la mezcla. La edición del material visual alterna de forma dinámica las distintas cámaras para no perderse detalles ni aburrir. Pero quizá se abusa del blanco y negro, un recurso bastante utilizado en los DVD musicales con vaya a saber qué fin, ya que se trata de un concierto y no de un film noir (hay una parte en la que entre el blanco y negro y el humo del escenario parece que en cualquier momento va a caer Humphrey Bogart, con su gabardina, a cantar una de pesado). Pero no es más que un detalle. Lo que realmente importa es la música, claro está.

El público gana protagonismo en muchas ocasiones; sobre todo el de Montevideo, que hace pogo, ondea banderas y salta como nene hiperactivo pasado de refresco cola, tal como manda la tradición que tuvo su cenit festivo en los Pilsen Rock de Durazno, donde Once Tiros supo tocar varias veces. Por ejemplo, se nota el entusiasmo general en “Kamikaze”, aquella canción pesadita incluida en Momento extraño (2007), en la que Pablo Silvera canta: “Quiero estrellarme contra la Casa Blanca, / con el avión de Travolta me alcanza. / En mis sueños soy un kamikaze / dejando un cráter en Juan Lacaze”.

Los toques contaron con varios invitados, entre los que se destaca Francis Andreu, ya que, por más que es la hermana de uno de los guitarristas de Once Tiros, viene de un palo bien distinto al del rock. La cantante pone su gola arrabalera a disposición de la canción “Look cool”, y hace un contrapunto con Silvera en esa especie de funk de tintes peyoteros que básicamente es una diatriba contra una “pendeja racista y materialista” pero que está buena. “Sólo le pido al mundo que me muestre / qué droga usa para descansar. / Cómo descansa con esta peste / denominada la humanidad”; son los primeros versos de “Drogado” -de Glamour y violencia (2004)-, y así aparece el primer hit ska del DVD. Cuando termina la canción, se mandan un pequeño guiño instrumental con el riff de la hedonista “Sex & Drugs & Rock & Roll”, del inglés Ian Dury.

El público recoge el fruto de tanto salto y suena “Lo más valioso”, del álbum debut del grupo, Parvadomus (2002). La canción es una oda a los seguidores, sin ningún tipo de vuelta poética: “Aunque caigan soretes de punta / ellos siempre van a estar ahí / apoyando la música de mi país. [...] Es la gente más vulgar pero la que más te llega / porque rompe mil barreras con tal de alentar”. Sin temor de caer en lo obvio, el inicio del tema se superpone con testimonios de los fans. En “Mal de karma” es el otro guitarrista, Santiago Bolognini, el que se destaca por su solo, mientras Andreu mete una típica cabalgata rítmica metalera. La canción original, en su versión de estudio, tenía como invitado a Alejandro Spuntone, ex cantante de La Trampa; aquí aparece Gabriel Soria, vocalista de Crepar, que termina de redondear una versión más potente que la original.

Como quien no quiere la cosa, el DVD se acerca con rapidez a su fin (dura poco más de una hora), y con él cae la catarata de hits; como “Que no decaiga”, con su melodía de vientos bien para arriba, “Bisturí” (sí, aquella que repite una y otra vez “alguien que me alcance el bisturí”), “El globo” y “Maldición”. Pasando raya: 15 es una oferta entretenida, ágil y con potentes interpretaciones. Como suele pasar con todo material en vivo, sirve para tener un panorama del grupo: si usted anda con ganas de aventuras tirotescas y no sabe por dónde arrancar, hágalo por aquí. Además del DVD -que incluye videoclips como material extra-, la cajita trae exactamente el mismo recital en CD, por si usted sólo quiere escucharlo o copiarlo en su dispositivo portátil para andar cantando por la calle, feliz.