Straight Outta Compton es una película dirigida por F Gary Gray sobre la grabación en 1968 del disco homónimo de la banda de rap NWA, el veloz ascenso de esa agrupación hasta convertirse en la principal banda de hip hop del mundo, y su no menos veloz caída posterior. Una película nostálgica sobre este grupo que, con sus letras y actitudes violentas, se convirtió en la pesadilla de los estadounidenses blancos y bienpensantes, hasta que se disolvió en 1991, en medio de conflictos económicos y serios problemas de ego, pero dejando detrás el más volátil gangsta rap que se hubiera conocido hasta el momento y generando un fenómeno de pánico mediático similar al que los punks de Sex Pistols habían producido en Inglaterra una década antes. Una historia que merecía ser contada.

La producción de este film de costos modestos, que parecía no apuntar más que al mercado de las biopics musicales que Hollywood lanza con regularidad, estuvo a cargo de los dos ex integrantes más exitosos de NWA: Ice Cube y Dr Dre. Pero aparte de sus virtudes artísticas y las de la banda a la que recuerda, llegó con especial timing para conectar con una juventud negra estadounidense aún furiosa por las numerosas muertes, por responsabilidad policial, de jóvenes negros desarmados o que ofrecían resistencia mínima a su detención. Así, la historia del grupo cuyo mayor éxito se llamaba “Fuck the Police” (y fue la banda de sonido de las revueltas de Los Ángeles tras la paliza dada a Rodney King por policías) adquirió nuevamente una inesperada actualidad, haciendo que las salas se llenaran y desplazando nada menos que a la última Misión imposible en la cima de las taquillas de Estados Unidos y Canadá.

El éxito de Straight Outta Compton, de hecho, ya ha conseguido poner a algunas fuerzas conservadoras tan nerviosas como las ponía NWA hace más de un cuarto de siglo. Dennis Zine, uno de los actuales concejales de Los Ángeles y ex policía, protestó contra la presentación de los agentes del orden como “máquinas de golpear”, y agregó que “es un momento terrible para estrenar una película así”, que “le echa combustible al fuego de odiar a los policías”.

Por algo será; no sólo la película se convirtió en el éxito del verano estadounidense, sino que el nuevo disco de su productor Dr Dre -una suerte de falsa banda de sonido inspirada en el film y titulada Compton- fue directo al primer lugar de las listas inglesas y no deja de trepar en las del otro lado del Atlántico. Compton es el primer disco en casi 15 años de Dr Dre, uno de los artistas de hip hop más exitosos de todos los tiempos.

No está de más señalar que NWA eran las siglas de Niggers With Attitude, nombre que ejemplifica cómo el uso de la palabra nigger, que se ha vuelto tabú en estos tiempos de “corrección política”, les estaba y les está permitido, para autodesignarse, a las personas aludidas por ese término, que en boca de otros se considera un insulto racista inaceptable.