El espectáculo Tercera generación (hoy en la sala Zitarrosa a las 21.00) se centra en el vínculo de la actriz Josefina Trías con su abuelo, el político e historiador uruguayo Vivian Trías (1922-1980). Además, participan la actriz Mariana Lobo y Laura Canoura, en lo que la directora Marianella Morena llama “docudrama musical”, en un cruce de tres generaciones, tres mujeres y tres miradas.

Es una obra sobre la memoria, la reconstrucción de un pasado familiar y de una identidad propia que tensa los límites entre la ficción y la realidad, y que se presenta por medio de un texto biográfico escrito en primera persona (a cargo de Josefina), junto a un personaje de ficción (Lobo), con base en hechos y personas reales. El montaje alterna intervenciones de las actrices y canciones de Canoura.

Según contó Morena a la diaria, el año pasado la Fundación Vivian Trías presentó una intervención actoral entre Josefina y Mariana, y este año se profundiza el carácter escénico, para que el proyecto se acerque más a un espectáculo que a un recital. “Conversando con Josefina, me di cuenta de que ya estaba casi todo dado, a partir de su parentesco. Pensamos un espectáculo a partir de esto y de que ella es la tercera generación, además de la primera mujer tras una línea de varones.

Desde el comienzo Tercera generación estuvo vinculado con lo musical a partir de su carácter híbrido, que toma herramientas de lo teatral, lo testimonial y lo documental, así como elementos biográficos: “Vivian Trías estaba trabajando en una investigación sobre Artigas -ya llevaba escrito más de un libro y medio-, y en un allanamiento en Las Piedras [en 1978], le robaron la biblioteca con 10.000 libros, junto a estos manuscritos originales, que él nunca volvió a escribir. Empezamos a trabajar sobre ese hecho y lo que Josefina plantea desde el escenario, que también implica una confirmación sobre su propia identidad, sobre quién es ella. En ese sentido, hay un planteo a partir de una investigación”, adelantó la directora.

El personaje de Lobo alimenta una tensión mutua, ya que ella y Josefina “representan dos conferencias absolutamente antagónicas. A partir de ahí se da un vínculo con el público, como si jugaran a ver ‘quién está conmigo’, como si cada una de ellas tuviera su tribuna y las dos llevaran su propia verdad a partir de un vínculo directo con la platea”, señaló.

Consultada sobre a quién se dirige este espectáculo, Morena dijo que si bien es para cualquier público, le gustaría que lo recibiera en especial “esta tercera generación, y que sea pensado como un pasaje generacional, para que puedan construir sus propios relatos, su propio sentido del humor. De lo contrario, se repite una herencia trágica de forma constante, que te aplana más de lo que te permite hacer”.