La dotación del Fondo de Fomento Audiovisual (FFA) se estableció -en 2008- en 25 millones de pesos anuales. Al día de hoy, ese monto se mantiene congelado, pero en el sector al que se destina había esperanzas de que en el presupuesto quinquenal que se aprobará este año la suma se actualizara en función de la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC) durante los últimos siete años. Ante la negativa, la Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay (Asoprod) resolvió declarar inválido el Compromiso Audiovisual 2015-2020 del año pasado (ver ladiaria.com.uy/ACns), un documento en el que se organizaba de cierto modo, con participación de los interesados, el panorama del cine local.
Esteban Schroeder, presidente de Asoprod, dijo a la diaria que el sector audiovisual se encuentra “en estado de emergencia”, y que percibe un decidido aumento de la movilización y la participación de sus integrantes. Más allá de todas las dificultades que enfrenta el país, Schroeder considera que el ajuste por IPC “parece de sentido común”, ya que si bien el aporte del FFA no es el único destinado al sector, “sí es el más importante”.
La asociación mantuvo una reunión con autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social la semana anterior, junto a representantes de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) y Gremio Cine. En esa instancia, “la propia gente del ministerio se ofreció para concretar una reunión con el Ministerio de Economía [MEF] a través del director nacional de Trabajo, Juan Castillo, y así poder encontrar algunas alternativas para llegar al reajuste” que se demanda, explicó Schroeder, y se aguarda que haya novedades esta semana. Como a partir del lunes 31 el Parlamento comenzará a discutir el proyecto de presupuesto, “esperamos que nos reciban, como ya lo hicieron en 2012 con motivo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual [LSCA]”, adelantó.
En un comunicado, Asoprod se refirió a un “deterioro estructural del sector” marcado, entre otros factores, por la caída de un convenio entre el Banco de la República Oriental del Uruguay y el Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay (ICAU, que gestiona el FFA) en el que se preveía el aporte de fondos para el lanzamiento de películas, por la desaparición de otro fondo para el sector, a cargo del Ministerio de Industria y Energía y Minería, por la falta de reglamentación de la LSCA y la postergación de la llegada de la televisión digital abierta, y por el “desmantelamiento” de la Film Commission & Promotion Uruguay, que buscaba posicionar los audiovisuales uruguayos a nivel internacional (ver ladiaria.com.uy/ACmm).
En cuanto al estancamiento en el que se encuentra la LSCA, aprobada pero con su reglamentación frenada a la espera de la resolución de recursos de inconstitucionalidad, Schroeder destacó que la importancia de esa norma “es absoluta, sobre todo porque el tema del FFA es simplemente una condición contingente del presente, y esta ley respondía a demandas de largo plazo por parte del sector, como la de fomento del contenido audiovisual nacional”. El presidente de Asoprod explicó que si se implementa ese aspecto se encauzaría cierta perspectiva de desarrollo, más allá de “todas las discusiones que quedan pendientes”. Pero hoy el sector vive una “incertidumbre absoluta”, acrecentada por la “inexistencia de diálogo político al respecto”, e incluso por una “falta de liderazgo a nivel estatal para que estos temas ingresen debidamente a la agenda nacional”, lamentó.
Schroeder enfatizó que no se trata de que un conjunto de artistas busque consolidar mejores condiciones para la realización de sus obras, sino de “lograr encauzar una expresión que es de importancia nacional y que se vincula con la inclusión, además de ser generadora de identidad y de fuentes de trabajo”. “Por eso hay miles de jóvenes estudiando para profesionalizarse en esto”, aseveró. También recordó que una de las cuestiones que quedaron pendientes en el Compromiso Audiovisual fue estructurar a nivel formal “una articulación interinstitucional, que en rigor es posible”.
La directora del ICAU, Adriana González, dijo que en la producción cinematográfica se ha vivido un proceso de consolidación de proyectos surgidos con anterioridad al FFA, “como la existencia de los demás fondos”. Pero añadió que, debido al crecimiento del sector, “al día de hoy ya estamos a tope del fondo, y al estar éste estancado se complejizan las acciones y las políticas que venimos implementando”, por lo cual será necesario “readecuarse de acuerdo a los fondos disponibles. Y no sólo el sector está muy preocupado, sino que nosotros también lo estamos. Por eso nos hemos ocupado de ir contemplando esta realidad y hemos agotado todas las instancias posibles desde nuestro lugar, que es el Ministerio de Educación y Cultura, en principio, y luego el MEF”.
En cuando a la invalidación del Compromiso Audiovisual por parte de Asoprod, González señaló que ese compromiso implicó un proceso de trabajo junto al sector privado, en el que se generó un debate sobre lo el ICAU ya veía “con preocupación”. “Por eso expusimos temas que considerábamos que debíamos desarrollar”, aseguró. En su opinión, aquel proceso fue válido, pero “es difícil implementar algunas cosas cuando no se activan otras. El compromiso se circunscribió a un proceso de trabajo y tuvo como resultado un documento que suscribimos, y seguimos manteniendo la misma postura, aunque algunos lo vean de otra manera”, dijo.
Consultada sobre la desarticulación de la Film Commission, la directora respondió que cuando el ICAU la absorbió, asumió “todo lo que tiene que ver” con el posicionamiento internacional, “y esto lo hacemos a partir de una mesa interinstitucional. Al incorporar la misión y el acumulado de esa comisión, seguimos yendo a Cannes, a Berlín, y ahora se estuvo haciendo una misión en Bogotá, donde participaron ocho productores”, ejemplificó.