Este año Liverpool Fútbol Club llegó a su centenario y el festejo incluyó pantalla gigante, cuenta regresiva en la calle cuando se acercaba el comienzo del día de la conmemoración, fuegos artificiales y hasta un Gran Premio en Maroñas en homenaje al aniversario de la institución. El club estaba en la B, a la que había descendido en la temporada anterior, aunque ya con la clara perspectiva de ser campeón y ascender, como sucedió. A partir de esa mezcla de alegría y sufrimiento, que conocen bien los hinchas de “cuadros chicos”, nació El lado B: lo que uno hace por el otro.

Cuando a mediados del año pasado Agustín Lucas llegó como refuerzo a Liverpool (después de haber defendido a Miramar Misiones, Wanderers, Cerro Largo, Deportivo Jalapa de Guatemala, Deportivo Anzoategui de Venezuela, Sud América y Comunicaciones de Argentina), el periodista Fermín Méndez, compañero de la sección Deporte de la diaria, quiso conocer al zaguero derecho, que entonces ya llevaba publicados tres volúmenes de poesía. Sin rodeos, Fermín le propuso al jugador escribir un libro para el centenario: “La única consigna en ese entonces fue que él escribiera dentro de la cancha y yo lo hiciera desde afuera [...]. Aunque el trato real era hablar de las cosas que suceden cuando pasa el fútbol”. El resultado se presenta mañana a las 19.00 en la sede de Liverpool (Agraciada 4186).

¿Qué implicó seguir al cuadro en la B? El escritor Manuel Soriano, autor del prólogo, dice que ningún equipo del mundo debe de tener un libro como éste, y lo define como un viaje fascinante que recorre “partidos de mañana y por la radio, un equipo que pica en punta, los goles de [Emiliano] Alfaro y [Julior] Arias”, el amor a la camiseta, la incertidumbre.

El mercedario Mintxo Méndez dice que él y Lucas están satisfechos con el trabajo que realizaron. A la hora de imaginar un posible lector, piensa primero en el hincha de los negros de la cuchilla, pero añade que el trabajo sobre cada texto tal vez sea lo más interesante del libro. “Es decir, capaz que no se llega a ver, pero tratamos de que fuera un libro de fútbol, uno de literatura, otro de Liverpúl, otro para que cualquier persona extraclub o extrafútbol se identifique con lo que pasa cuando va a un partido, y otro libro con todo eso junto”.

El lado B: lo que uno hace por el otro retrata la angustia, las ganas de ganar como sea, la tensión, el destierro, la euforia. La poesía y las patadas que se suceden al tiempo que la “ciudad de Liverpúl se abraza en el medio de la cancha”. Ese “vapor que sube es la historia” de un equipo centenario que la forjó entre el infortunio y la gloria.

La verdad deportiva es condicional, y a veces resulta una gambeta.