Según anunció la web deadline.com, Hollywood está preparando una remake del clásico del expresionismo alemán Nosferatu, la película muda de terror que Friedrich Wilhelm Murnau dirigió en 1922, inspirado en la leyenda de Drácula y en el famoso libro de Bram Stoker, con algunas variantes (entre ellas el cambio de nombre del conde, que además no es llamado “vampiro”) porque no tenía los derechos de esa obra. El cineasta Robert Eggers, premiado en Sundance, será quien se encargue de adaptar el guion y dirigir la película.

La información en internet indica que el proyecto intentará devolver a la gran pantalla el folclore creado alrededor del mundo de los vampiros, a partir de una “adaptación visceral” del célebre film de Murnau, que fue protagonizado por Max Schreck. La cinta de 1922 narra la historia del vampiro y conde Orlok de Transilvania, que en su intento de adquirir una casa en Alemania se enamora de la mujer del agente inmobiliario. En 1979, el gran cineasta alemán Werner Herzog realizó una nueva versión de la misma historia, esta vez con Klaus Kinski en el papel del chupasangre y emulando la estética del original.

La productora de la nueva remake será la compañía Studio 8, dirigida por Jeff Robinov, que recientemente se hizo con los derechos de Nosferatu, luego de lograr el reconocimiento de su empresa dentro del mundo cinematográfico con películas como Batman: el caballero de la noche, El origen, ¿Qué pasó ayer?, Argo y Gravedad. Robinov alcanzó un capital de 1.000.000.000 de dólares, destinados a que su empresa genere hasta seis proyectos anuales, que serán distribuidos por Sony Pictures.

En este mundo oscuro y ominoso, extrañamente, hace unas semanas circuló la noticia de la profanación de la tumba de Murnau en Stahnsdorf, al este de Alemania, donde fue enterrado en 1931. Desconocidos robaron su cabeza embalsamada, cuando todavía no se sabía que habría una nueva versión de Nosferatu.