Según Emir Rodríguez Monegal, fue “el hombre de teatro más completo que ha producido Uruguay”, y decir eso era poco. La lista de las actividades en las que se destacó Gualberto José Antonio Rodríguez Larreta Ferreira tiene una extensión acorde con la del nombre que constaba en su cédula de identidad. Pero era y será Taco Larreta, y sus múltiples quehaceres (como actor, crítico, dramaturgo, novelista, guionista de cine y de televisión, director de teatro y de cine, y algo debe faltar por el apuro, al cierre de esta edición, ante la mala noticia de su muerte) también admitían una versión abreviada: Iberoamérica es deudora de su despliegue torrencial de talento, inteligencia y fineza.
Comenzó a escribir a fines de los años 40 en el diario El País, con el que su familia está históricamente vinculada; fue fundador de Club de Teatro y (con China Zorrilla y Enrique Guarnero) del Teatro de la Ciudad de Montevideo, contribuyó a la consolidación del Teatro Circular y dirigió a la Comedia Nacional antes de exiliarse en España de 1972 a 1985. Allá tuvo un exitoso y premiado desempeño como guionista y novelista, y al regresar a Uruguay, ya con 63 años de edad, siguió alternando realizaciones memorables en todas sus facetas creativas. En 2007 fue declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo, y esa distinción no hizo más que reconocer un hecho, cuyo alcance no se limitaba a esta ciudad ni a Uruguay.